Acceso a los caminos de Corrientes por su ciudad capital vistos hace 75 años
La red vial de las provincias de Santa Fe y del Chaco, enlazadas a todos los caminos del país, llevan el tránsito a la Ciudad de Resistencia -la capital chaqueña- y, por un magnífico camino pavimentado a su puerto, Barranqueras, sobre el río Paraná(1).
(1) Citado por Hernán Félix Gómez. “La Ciudad de Corrientes” (1944).
Una amplia balsa automóvil, para vehículos de pasajeros une Barranqueras a la capital correntina. Cómodos embarcaderos, con rampas de cemento armado, facilitan los diez viajes diarios de la balsa expresada, entre las siete y las veintitrés.
El río magnífico, la enorme amplitud del cauce, el milagro de una vegetación insular que no tiene ejemplo y la bellísima Ciudad de Corrientes, recostada en la barranca del río, como en un balcón, hacen un marco espléndido al cruce del Paraná.
Las balsas cuentan con servicios permanentes de restaurantes y las diversas comodidades de las grandes embarcaciones del tránsito fluvial. La escasa duración del viaje, apenas 45 minutos, son un placer para el viajero de los caminos de tierra.
Apenas terminado el tramo del riacho Barranqueras, la navegación es por el cauce principal, ancho y sin obstáculos, del Paraná. La costa correntina, que al principio es una línea verde de floresta, empieza a acentuar sus perfiles.
Hacia la derecha, obsérvase la gran cancha del Riachuelo, en la boca de este río, y las altas barrancas que dominan el paraje.
La perspectiva es suficiente para imaginar en su amplitud el heroico combate naval de 1865, en que la Escuadra del Brasil venció a la del Paraguay, después de una dolorosa y trágica jornada.
Los restos de las naves que naufragaron, acumularon los arrastres del río y, una pequeña isla, es el monumento que la naturaleza forjó a aquella escena de heroísmo.
El P. E. N., por decreto de Diciembre de 1940, declaró “paraje histórico” al lugar del combate, que toma el cauce y la barranca, donde se emplazó la artillería paraguaya de tierra, que cooperó en la jornada.
Las rutas troncales 12 y 14 constituyen dos columnas vertebradas de la vialidad correntina. La 12 penetra, de Entre Ríos, cruzando el cauce del Guayquiraró, en Paso Ocampo.
Toca los municipios de Sauce, Perugorría, M. F. Mantilla, San Roque, San Lorenzo, Empedrado y Corrientes; y de ésta va al Este, uniendo San Cosme, Ramada Paso (Itatí), Itá Ibaté, Ituzaingó y Posadas, en Misiones.
Vías secundarias de enlace la articulan a Colonia Berón de Astrada y Esquina, Santa Lucía y Goya, Bella Vista y Saladas.
La ruta 14, que penetra a Corrientes por el gran puente del Mocoretá, próximo al cauce del río Uruguay, une los municipios de Curuzú Cuatiá, Baibiene, M. I. Loza, Mercedes, Colonia Pellegrini, Gobernador V. Virasoro y Posadas, con caminos de enlace con Monte Caseros, Paso de los Libres, San Roque y Santo Tomé.
Ambas rutas, que se unen en Posadas (Misiones) tienen, en el territorio correntino, caminos provinciales bien terraplenados que las comunican. Al sur, el que naciendo en Perugorría, lleva a M. I. Loza; al norte, después de los Esteros del Iberá, el que cruza por Colonia Liebig, Playadito, San Carlos e Itaembé.
Forman, pues, dentro de la provincia como un circuito, cuyo centro está constituido por la gran Laguna Iberá. En el porvenir, este circuito, por tierras altas y completas obras de arte, habrá de constituir el denominado “del Iberá”, y será famoso por su espléndida naturaleza.
El cómodo acceso por la capital de Corrientes lleva a esta red de enorme tránsito.