El sector comercial y su vinculación con Buenos Aires
- Details
- Category: El sector comercial y su vinculación con Buenos Aires
La relación comercial entre Corrientes y Buenos Aires tendió a aumentar y consolidarse dentro de este período. Las facilidades crecientes del transporte fluvial, la constante demanda de su producción y la regularidad que se estableció entre los productores correntinos y sus consignatarios bonaerenses, lo evidencian de modo inequívoco.
Es así como empieza a vislumbrarse un sector comercial, cuyas características no están aún claramente definidas, ya que sus integrantes participan tanto de la actividad mercantil como de los fletes fluviales y aún de la explotación ganadera.
Las fuentes que permiten trazar este cuadro son indirectas y fragmentarias. Las indicaciones provienen tanto de las Guías (particularmente las de 1781 y 1791, muy prolijas en ese sentido) y de los Protocolos de los escribanos.
A través de esos testimonios puede formarse una nómina que -aunque incompleta- recoge la mayor parte de los nombres vinculados al tráfico comercial entre Corrientes y Buenos Aires, desde 1780 a 1810(1).
(1) De los 54 nombres anotados, entre los cuales no se incluyen los pulperos, no se sabe qué proporción constituían respecto del total de esos años. En todo caso y como un elemento de comparación, baste recordar que en 1820 la ciudad tenía registrados en el Censo, 96 comerciantes. Ernesto J. A. Maeder. “La Estructura Demográfica y Ocupacional de Corrientes y Entre Ríos en 1820” (1964), pp. 111-138 (cuadro), en TC Nro. 12, La Plata, hay segunda edición ampliada (1969), Corrientes. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
Nómina de comerciantes de Corrientes
Nombre
Año en que
aparece registradoNombre
Año en que
aparece registrado
Mariano Aldao
1794
Francisco José Lozano
1809
Pedro Antonio Almeyda
1791
José Madariaga
1794
Francisco Andreu Colobran
1794
Isidoro Martínez y Cires
1781
Eugenio Balbastro
1791
Raimundo Molinas
1809
José Ignacio Balbastro
1791
José Monteiro
1791
Francisco Javier Barberán
1791
Manuel Moral
1781
Cristóbal Barcala y Sánchez
1791
Luis Niella
1791
José Ignacio Beláustegui
1786
Francisco Orduña
1781
Antonio Bens
1781
Antonio Peynado
1794
José Antonio Bergara
1781
José Antonio Peñalver
1794
Antonio Bernal
1791
Diego Pérez
1794
Francisco Bilela
1791
Juan Pérez
1781
Agustín Casar
1781
Lorenzo Plaza
1794
José Cisneros
1788
Antonio Pérez Izquierdo
1794
Domingo Escato
1791
Juan de Pravio
1791
Angel Fernández Blanco
1805
Juan Antonio Rodríguez
1791
Miguel Ferragut
1791
José Ribeiro
1787
José Bruno Ferreira
1778
José Ramírez
1790
Antonio Gamón
1805
Francisco Riera
1795
José Jofre
1791
Felipe Sánchez
1781
León Janeiro
1791
Dionisio Torres
1809
Agustín Jiménez
1781
Pascual Tudesqui
1807
José Junqueira
1775
Bartolomé Varela y Montoto
1791
Renilo Lamela
1775
Francisco Valdivia
1781
José Larriaga
1781
Ignacio Velando
1781
Antonio Leonardo
1781
Miguel Ubeda
1781
Antonio Machado
1791
José Antonio Zamudio
1809
De este grupo de comerciantes, vecinos unos y residentes otros, eran españoles europeos Beláustegui (vasco), Peynado (malagueño), Bilela y Varela (gallegos), entre otros. Si se compara esta lista con la de los patrones de barcos, se verá que algunos han armado navíos y practican el tráfico fluvial, como Casar, Sánchez, Ubeda y Velando.
Otros han dirigido sus capitales hacia la adquisición de tierras y ganado y figuran de manera principal en el catálogo de estancieros. Tales, Beláustegui, Bens, Bergara, Escato, Angel Fernández Blanco, Ferragut, Gálvez, Isidoro Martínez, Miralles, Orduña, Juan Antonio Rodríguez, Riera y otros. Un corto número, entre los cuales figura Bens, Escato y Sánchez, han tenido pulpería abierta a su nombre.
Algunos ejemplos -bien documentados- muestran que esta variedad de rubros era un camino que, debidamente atendido, llevaba a la prosperidad. En el testimonio redactado en ocasión de la liquidación de sus bienes, practicada por Francisco Bilela en 1792, antes de su regreso a España, o en el testamento de Varela en 1809, así se evidencia, ya que ambos mantuvieron abierta su tienda y pobladas sus estancias.
En otro caso, como el de José Cisneros, se puede leer un un contrato con un viejo estanciero, Pedro Cano, por el cual ambos concurren a poblar y fundamentar estancia en 1788, en el campo disponible del segundo(2).
(2) Todos los datos citados en el Archivo General de la Provincia de Corrientes, Protocolos, del 29 de Enero de 1788; 31 de Agosto de 1792; y 10 de Julio de 1809. No sólo la ciudad favorece estas aptitudes comerciales sino que aún en la campaña se dan ejemplos de esta incipiente complementación. Tal el caso de Juan Antonio Pérez, vecino de Zapallos, que mantiene una pulpería junto a su estancia. Archivo General de la Provincia de Corrientes, Protocolos, 1798. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
Estos hombres traban una relación cada vez más estable con sus consignatarios en Buenos Aires, a quienes despachan los frutos acopiados. Si se toman en cuenta sólo las remesas de cueros, puede verse cómo Beláustegui y Bedoya remiten sus cargas a Cristóbal Aguirre; Domingo Escato, a Pedro Bocon; Luis Miralles y Mariano Aldao a Tomás Balanzátegui; José Luis Madariaga, a Joaquín Madariaga; Eugenio Balbastro, a José Riera; Miguel G. Gramajo, a Andrés del Rincón.
Un caso bien constante y de importancia lo constituye, por ejemplo, la relación entre Bartolomé Varela y Pedro Duval. Según se sabe, por el prolijo testamento del primero, aquél formó una compañía con Duval en 1788, y la renovó en 1804, con aportes iguales, que llegaron a constituir un capital de casi 12.000 pesos. La segunda etapa de la compañía no produjo muchas utilidades por causa de la guerra, pero a pesar de ello, el laborioso Varela pudo aún disponer de suficientes bienes en su testamento(3).
(3) Archivo General de la Provincia de Corrientes, Protocolos, 1809-1810. José María Mariluz Urquijo, en el “El Virreinato del Río de la Plata en la época del marqués de Avilés (1799-1801)” (1964), pp. 143-146, Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia, da una buena referencia sobre las actividades de Pedro Duval. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
También aparecen los nombres de otros comerciantes conspicuos de Buenos Aires, como Francisco Antonio de Escalada, Bernardo Gregorio de Las Heras, Juan Antonio Lezica, Julián del Molino Torres, Antonio Obligado, Manuel de Sarratea, entre otros, pero con giro menos significativo que los anteriores.
Al margen de los cueros, varios de ellos tomaban también las cargas de algodón, lienzo, miel, maní y yerba.
Esta relación comercial con Buenos Aires, cada vez más afianzada, contribuirá a una mayor integración de Corrientes en la vida rioplatense y también al ascenso de este sector mercantil cuya importancia se fue haciendo notoria en la ciudad.