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La producción artesanal y doméstica a fines del siglo XVIII

Así como la agricultura constituyó el núcleo inicial del abastecimiento de Corrientes, la industria surgió en una escala doméstica como medio para proveerse de algunos elementos indispensables en la vida cotidiana.

Desde la edificación de la casa hasta el menaje elemental, los alimentos, la labor del cuero y el vestido, casi todo fue -por mucho tiempo- de fabricación casera, tal como a su hora lo observaron los Oficiales de la demarcación en el Paraguay:

“Como se crió la Asunción casi aislada, sus familias se vieron reducidas a la propia subsistencia. Todo se lo debieron laborar ... es menester considerar todavía las casas como unas oficinas donde se labra el dulce que lo hacen rico, el pan, el bizcocho, el chipa, las velas y otras ocupaciones de familia en que son muy hacendosas las mujeres”.

Y agrega otro texto coetáneo:

“El orfebre fabrica sus cristales, el músico sus cuerdas y su guitarra y en cada casa particular se hacen velas, el jabón, los dulces, las medicinas, los tintes y en fin, todo lo que se necesita”(1).

(1) Juan Francisco Aguirre. “Diario del capitán de fragata de la Real Armada D ...” (1949-1951), en la “Revista de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires”, tomo II, primera parte, p. 392, Buenos Aires; y Félix de Azara. “Viajes por la América Meridional” (1923), dos volúmenes, tomo I, p. 99, Madrid. EC; y “Memoria sobre el Estado Rural del Ría de la Plata y otros Informes” (1943), “Apuntes Bibliográficos de don Félix de Azara”, por Julio César González, p. 8, Buenos Aires. Ed. Bajel. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.

Pero, en cambio, otros bienes, ya por su complejidad o relativa especialización o volumen fueron quedando en manos de artesanos, carpinteros, herreros, sastres, plateros, zapateros, etc., o de la comunidad indígena de Itatí.

A fines del siglo XVIII la nómina de manufacturas elaboradas en Corrientes es reducida y no parece adecuado hablar de industrias sino más bien de artesanías domésticas, unos pocos talleres u obrajes, curtiembres, telares, alimentos y el trabajo de la madera. Estos últimos constituyen el aspecto más desarrollado del sector.

De este modo, el período virreinal significó la afirmación o la introducción de artesanías que influyeron de un modo apreciable en la vida económica de Corrientes.

Este desenvolvimiento que involucró, entre otras cosas, el mejor trabajo del cuero, la comercialización de derivados de la ganadería, la producción de tejidos, mieles y otros alimentos, barcos y carretas, tuvo un rápido auge, traducido en el aumento de los embarques a Buenos Aires, constituido en el centro de mayor interés comercial para Corrientes.

Sin embargo, la situación fue alterada cuando cambió el régimen comercial externo y se introdujeron mercaderías de regiones no españolas, con lo cual se saturó la demanda, y los mejores precios y calidades de textiles y azúcares frenaron la oferta correntina.

En otros rubros, como el cuero y derivados de la ganadería, el impulso continuó, al menos hasta 1810 de modo perceptible pero, a partir de esa fecha, la crisis política de Mayo y el inicio de la guerra por la Independencia cambiaron las condiciones del intercambio y las artesanías se adaptaron a las necesidades de la hora.

Pero, pese a la crisis experimentada, Corrientes había dejado atrás la época plenamente rural y doméstica, y un nuevo horizonte se abría en su vida económica.

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