Euforia ganadera entre 1780 y 1795. Magnitud de la exportación de ganado en pie a Misiones, Paraguay y Sur del Litoral
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La declaración del comercio libre entre España y las Indias provocó en el nuevo virreinato del Río de la Plata un incremento de las actividades productivas y mercantiles. La ganadería y sus derivados se beneficiaron de modo sobresaliente en la demanda exterior y la región del Litoral experimentó por ello un crecimiento sensible.
Sin embargo, la participación que les cupo en ese proceso a Buenos Aires, Santa Fe, Corrientes o la Banda Oriental no es conocida de un modo muy general. Todas esas comarcas poseían entonces cantidades de ganado e intervinieron en la provisión de la demanda de modos diferentes según sus características ecológicas, sus existencias o, lo que resultó decisivo, la mayor o menor proximidad al puerto de embarque(1).
(1) Los autores que han tratado el desarrollo ganadero de la Argentina en este período, como Ricardo Levene en sus “Investigaciones acerca de la historia económica del Virreinato del Río de la Plata” (1962), tercera edición, Buenos Aires; o Luis R. Gondra. “Historia Económica de la República Argentina” (1943), Buenos Aires; u Horacio E. C. Giberti en su “Historia económica de la ganadería argentina” (1961), segunda edición corregida, Buenos Aires. Ed. Solar Hachette; sólo se han referido al Litoral en términos generales. William Bliss en su “Ensayo de historia económica argentina (del virreinato a Rosas. 1776-1829)” (1959), Tucumán, es el primero que realiza un análisis regional del proceso; Tulio Halperín Donghi, en “El Río de la Plata al comenzar el siglo XIX” (1961), Buenos Aires, tiene algunas observaciones acertadas sobre la participación correntina. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
El caso de Corrientes es, tal vez, el menos conocido. En su participación influyeron previamente otros mercados, como Misiones y Paraguay y sólo más tarde el distrito se incorporó a la demanda bonaerense con remesas de ganado en pie y -sobre todo- con su producción de cueros(2).
(2) Las estadísticas indican que la participación de Corrientes es posterior a 1780. En igual sentido se expresa Juan Francisco Aguirre para Paraguay, cuando expresa, en su célebre “Diario del capitán de fragata de la Real Armada D ...”: “El año de 1776 (debe ser 1778) se declaró también el comercio libre de España a Las Indias; pero no hubo notable alteración, porque sobrevino luego la guerra, y respecto de la provincia fue todavía menos notable. Después de la paz (1783, con Gran Bretaña), se agolpó en el Río de la Plata un excesivo comercio respecto al anterior; llovieron los pasajeros y los cargadores, y este exceso en Buenos Aires produjo también una extraordinaria salida a las provincias interiores”, en la “Revista de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires”, tomo XVIII (Buenos Aires), p. 249. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
El estudio de este movimiento es posible seguirlo con particular detalle gracias a los Registros de Guía extendidos a partir de 1771 para las cargas fluviales y, desde 1780, para los transportes y arreos de todo tipo.
Juntamente con el resto de la documentación proporcionada por el Cabildo y la Real Hacienda y aunque no exentos de lagunas, los Registros de Guía permiten trazar un cuadro muy completo del movimiento de ganado para este período(3).
(3) Las Guías que acompañaban las cargas fueron establecidas por Acuerdo de la Real Hacienda de Buenos Aires del 20 de Octubre de 1770 y aprobadas por real cédula del 30 de Septiembre de 1772. Conforme a ello, se fue haciendo cada vez más riguroso el control del tráfico penándose con decomiso la falta de Guía. Otro Acuerdo de la Real Hacienda bonaerense, del 18 de Abril de 1771, estableció la obligación de extender Guías a los barcos que añadieran carga en Corrientes. En 1780 se uniformó y regularizó el sistema en Libros de Registro y en otro paralelo donde se anotaban las fianzas extendidas por el Tesorero de la Real Hacienda en cada puerto. En Corrientes se conservan Guías fluviales desde 1771 hasta 1779 y desde 1780 los Libros completos de Registros y Fianzas hasta 1797, con la sola excepción de 1792, que no se redactó. Desde 1798 en adelante no se conservan más Registros de Guías, salvo fragmentos correspondientes a 1807. No obstante, la información pudo ser suplida para el período 1805-1809 merced a un prolijo resumen del Tesorero Manuel Mantilla y los Ríos. La conservación de los Libros es buena, aunque existen ejemplares deteriorados, de difícil lectura (1782, 1784, 1789, 1790). Todas las Guías están en el Archivo General de la Provincia de Corrientes. Los de 1771-1779, en Documentos de Gobierno 17; 1780, en Documentos de Gobierno 22; 1781, en Documentos de Gobierno 23; 1782, en Contaduría 2; 1783, en Contaduría 3; 1784, en Contaduría 5; 1785, en Contaduría 7; 1786, en Contaduría 10; 1787, en Contaduría 12; 1788, en Contaduría 14; 1789, en Contaduría 16; 1790, en Contaduría 17; 1791, en Contaduría 20; 1793, en Contaduría 25; 1794, en Contaduría 27; 1795, en Contaduría 28; 1796, en Contaduría 30; 1797, en Contaduría 33. El Informe aludido, en Expedientes Administrativos 1 (1810-1812). // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
La documentación aludida cubre el período que va desde 1780 hasta 1797 en cuyo transcurso se asiste a un crecimiento notable de la exportación de vacunos, equinos y mulares a los mercados de las misiones, Paraguay y Buenos Aires.
Pero, a partir de 1793, las cifras decrecen hasta niveles muy exiguos. Un examen particular de los distintos mercados y de las alternativas de este tráfico permite apreciar mejor las características en que se desenvuelve este período de la historia ganadera de Corrientes.
Las misiones de guaraníes, bajo la Administración jesuítica, constituyeron una economía de autosuficiencia de gran volumen para la época. En ellas tuvo lugar importante la ganadería que se afirmó en el siglo XVIII.
Pero las crisis ocasionadas por el Tratado de Madrid, de 1750, la guerra guaranítica de 1754-1756 y el desplazamiento de los pueblos hasta 1761, así como su posterior repoblamiento en el Este del río Uruguay, entre 1762-1768, ocasionaron pérdidas muy graves a las estancias de los pueblos meridionales.
Esta circunstancia obligó a las misiones a buscar aprovisionamiento de ganado en Corrientes, creándose un tráfico constante cuyo volumen no es posible calcular hoy con precisión. Esta situación era descripta por el Cabildo correntino en 1769 y en esa correspondencia se advertía al gobernador que los pueblos de Misiones
“nunca pudieron tener ganado suficiente para la manutención de los indios, a lo menos desde que los 7 pueblos de la otra banda del Uruguay quedaron desamparados con el motivo del Real Proiecto y tratado de limites, cuyas Estancias quedaron destruidas y la de Yapeyu con su ganado alzado, por cuya causa no puede sino a costa de muchos gastos socorrer a los demás pueblos”(4).
(4) El Cabildo al gobernador Francisco de Paula Bucareli y Ursúa, el 6 de Julio de 1769, en el Archivo General de la Nación, Sala IX, Cuerpo 3, Armario 3, Nro. 7. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
Esta situación, unida al trastorno ocasionado por el cambio del sistema de gobierno de los pueblos en 1768, dio lugar a que la demanda de ganado se mantuviera en constante aumento por parte de Misiones.
Inicialmente ese tráfico fue irregular y sufrió limitaciones temporarias, como la impuesta por Bucareli y Ursúa el 7 de Abril de 1769, que estableció la necesidad de licencias previas acordadas por el gobernador a fin de evitar abusos en el tráfico.
Esa medida movió un reclamo del Cabildo correntino del 6 de Julio de 1769, afectado en un rubro esencial de su economía; su defensa consistió en señalar al gobernador el escaso número de animales introducidos en Misiones por los correntinos
“solo Don Xavier Solis, que es el único que hizo un negocio en dichos pueblos introduciendo a ellos un corto numero de caballos que vendió a cambio de yerba ... Los demás vecinos que han ido a los Pueblos, unos con diez, otros con treinta y los que mas con cien toros a comprar sus varitas de lienzo, parece que no deben tampoco padecer la nota de dolosos”(5).
(5) Archivo General de la Nación, Sala IX, Cuerpo 3, Armario 3, Nro. 7. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
Añadió el Cabildo otras razones, como la equidad en los precios y la conveniencia de la proximidad, culpando de los abusos a forasteros y acusando a su vez de dolo o impericia a los Administradores de los pueblos guaraníes.
Con posterioridad, el mismo Bucareli y Ursúa, en su Ordenanza del 29 de Septiembre de 1771, estableció “el comercio libre con las provincias circunvecinas, por cuyo medio no solo se civilizarán y gozarán del beneficio de la racional sociedad, sino que reportarán también las ventajas y utilidades que hacen valer los frutos que la Naturaleza les produce”(6).
(6) Francisco Javier Brabo. “Colección de documentos relativos a la expulsión de los jesuitas” (1872), pp. 324-332, Madrid. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
En dicha Ordenanza admitió el trueque y la intervención del Cabildo en el comercio, que quedó reducido a los meses de Febrero, Marzo y Abril.
Como consecuencia de ello el tráfico se generalizó y las salidas de ganado se tornaron regulares desde Corrientes en base también a pedidos del Administrador General de Misiones(7).
(7) Acta del 6 de Septiembre de 1777. Archivo General de la Provincia de Corrientes, Actas Capitulares 25 (1776-1782). // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
Por otra parte la situación de las estancias misioneras, lejos de mejorar, decayó sensiblemente, tal como lo acreditan las cifras del propio Administrador y los Informes coetáneos del gobernador Juan José de Vértiz y Salcedo y del virrey Pedro de Cevallos(8).
Existencias de ganado
1768
1772
Ganado de rodeo
743.608
158.699
Bueyes
44.114
25.493
Caballos
31.603
18.149
Yeguas
64.352
34.605
Potros
3.256
4.619
Mulas
12.705
8.145
Burros
7.469
5.192
Ovejas
225.486
93.739
(8) La situación de las misiones respecto de las existencias de ganado ofrecía una baja sensible entre 1768 y 1772. Así, las cifras ofrecidas por Pedro de Angelis en su “Introducción a la Memoria...”, de Gonzalo Doblas, en su “Colección de Obras y Documentos relativos a la Historia Antigua y Moderna de las Provincias del Río de la Plata”, tomo III, consignan lo siguiente en número de cabezas:
Ganado | 1768 | 1772 | Diferencia |
De rodeo | 743.608 | 158.699 | - 584.909 |
De bueyes | 44.114 | 25.493 | - 18.621 |
Caballos | 31.603 | 18.149 | - 13.454 |
Yeguas | 64.352 | 34.605 | - 29.747 |
Potros | 3.256 | 4.619 | + 1.363 |
Mulas | 12.705 | 8.145 | + 4.560 |
Burros | 7.469 | 5.192 | - 2.277 |
Ovejas | 225.486 | 93.739 | - 131.747 |
Si bien no se conoce el número de animales salidos para Misiones durante los años 1770-1779 en razón de que las Guías son exclusivamente fluviales, su número no pudo ser muy elevado en razón de que existen reiteradas quejas del Cabildo sobre la escasez de ganado que se padecía entonces en la jurisdicción pero, a partir de 1780, la información de las Guías de la Real Hacienda es muy completa respecto de los arreos llevados a Misiones.
En este tráfico, el valor más elevado estuvo constituido por los vacunos. El destino de los arreos, aunque no siempre las Guías lo consignaban con claridad, fueron los pueblos del Departamento Candelaria.
La exportación de vacunos fue en constante aumento. El quinquenio 1780-1784 sumó 4.722 cabezas; 1785-1789, llegó a 55.980; 1790-1794 subió a 64.167, para luego declinar rápidamente a partir de 1796. La falta de Guías desde 1798 impide apreciar si la disminución continuó pero hay evidencias de que el tráfico no volvió a los valores anteriores.
Años | Vacunos | Equinos | Mulares |
1780 | 3.185 | 207 | 30 |
1781 | 7.000 | 2.014 | 460 |
1782 | 8.700 | 2.438 | 695 |
1783 | 9.207 | 1.133 | 535 |
1784 | 13.620 | 2.543 | 303 |
1785 | 10.296 | 2.718 | 44 |
1786 | 11.308 | 4.785 | 494 |
1787 | 18.703 | 5.105 | 119 |
1788 |
8.468 |
4.835 | 138 |
1789 | 15.392 | 10.266 | 158 |
1790 | 18.193 | 5.620 | 113 |
1791 | 8.818 | 6.012 | 104 |
1792 | sin datos | sin datos | sin datos |
1793 | 18.229 | 2.060 | - |
1794 | 10.708 | 1.890 | 85 |
1795 | 14.880 | 1.266 | 20 |
1793 | 1.305 | 2.186 | - |
1797 | 5.770 | 720 | - |
Total | 183.817 | 55.798 | 3.298 |
El cese de las sacas de ganado para Misiones parece explicarse más que por una recuperación de las existencias misioneras por un agudo empobrecimiento de los pueblos. Sus estancias, como en el caso de Yapeyú, no se recuperarán jamás ni volverán al antiguo esplendor de la época jesuítica.
En 1796, Juan Francisco Aguirre, de regreso de su larga temporada en Paraguay, describió así la situación de Yapeyú:
“Yapeyú, Pueblo que no podrá verse sin asombro la extensión de su dominio, y que por una inconcusa posesión ha gozado la inmensidad de tanto ganado, es solo un esqueleto el mas descarnado: este Pueblo pues admira que solo tenga como 10.000 cabezas de la comunidad, de manera que apenas pueden darle carne”(9).
(9) Juan Francisco Aguirre. “Diario del capitán de fragata de la Real Armada D ...” (1949-1951), en la “Revista de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires”, tomo III, pp. 351-352, Buenos Aires. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
Los inventarios de las estancias de esos pueblos corroboran también la decadencia ganadera de todo el Departamento la que se agravó aún más luego de 1801 con la pérdida de las tierras del oriente del río Uruguay(10).
Santo Tomé
Años
Vacunos
Equinos
Ovinos
Mulares
1796
42.732
13.969
6.498
633
1798
23.631
15.944
4.339
1.050
1799
16.741
12.691
3.177
87
San Carlos
1796
25.566
7.247
1.430
83
1800
21.556
7.865
1.028
73
1801
20.694
8.104
597
75
1802
15.100
6.511
142
71
1803
13.115
7.147
562
106
Yapeyú
1798
12.509
12.891
664
1.730
1799
16.509
10.181
664
1.181
1800
13.839
10.882
844
1.248
1801
7.692
9.541
617
619
1802
9.081
8.870
617
656
1803
4.096
3.765
617
958
1804
5.290
3.170
617
903
(10) La situación de los pueblos de Misiones puede seguirse a través de los Inventarios periódicos de ellos. Los correspondientes a San Carlos, un ejemplo del Departamento Candelaria, en el Archivo General de la Nación, Sala IX, Cuerpo 13, Armario 7, Nro. 7 y Sala IX, Cuerpo 7, Armario 7, Nro. 7; Santo Tomé, en Sala IX, Cuerpo 35, Armario 5, Nro. 3; y Sala IX, Cuerpo 22, Armario 7, Nro. 7; Yapeyú, en Sala IX, Cuerpo 22, Armario 7, Nro. 6. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
Lo cierto fue que este comercio languideció hasta desaparecer a fines del siglo(11).
(11) Diego de Alvear alude a esta decadencia del comercio de Misiones hacia 1800 pero no se refiere al problema específico del ganado de Corrientes. Pedro de Angelis. “Colección de Obras y Documentos relativos a la Historia Antigua y Moderna de las Provincias del Río de la Plata”, que comenzó a publicarse en 1836, tomo IV. La decadencia de las estancias guaraníes por otra parte debió ser más acentuada en las del Departamento Candelaria, con menos campos disponibles. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
La tradición del intercambio con Paraguay, en cambio, era antigua y -pese a las alternativas a que la sometieron los períodos de escasez o el cierre del tráfico- se mantuvo constante y fluida. En el aspecto ganadero, las existencias paraguayas no bastaban a las necesidades locales y por otra parte las condiciones ecológicas no favorecían la multiplicación del ganado:
“No es la provincia al propósito, como las del Río de la Plata para la cria de animales. Desmedran aún los traidos de alla por los pastos y el clima que no les conviene tanto. La sabandija, el calor, las lluvias y la helada les hace mucha impresión y están sujetos a la cria del gusano de que carecen en aquéllas”.
Agregaba Aguirre que “también se quejan los provincianos de que los campos envejecen en breve, esto es, de que pasados los primeros años de sus pastoreos, ya no crian pasto y son los que ellos llaman peladares”(12).
(12) Juan Francisco Aguirre. “Diario del capitán de fragata de la Real Armada D ...” (1949-1951), en la “Revista de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires”, tomo II, primera parte, p. 383, Buenos Aires. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
El número de vacunos remitidos al Paraguay fue importante aunque inferior al de Misiones. Entre 1780-1797 salieron para la primera más de 149.000 cabezas y, para la segunda, más de 183.000. El volumen de equinos y mulas, en cambio, favoreció ligeramente al tráfico paraguayo; 59.000 y 4.500 frente a 55.000 y 3.200 remitidas a Misiones.
Los registros anuales indican también, en este caso, una gradual disminución del número de vacunos a partir de 1793 hasta casi desaparecer en 1797.
Años | Vacunos | Equinos | Mulares |
1780 | 1.715 | 162 | - |
1781 | 7.000 | 1.182 | 366 |
1782 | 5.510 | 2.438 | 22 |
1783 | 7.889 | 854 | 255 |
1784 | 13.920 | 3.372 | 369 |
1785 | 14.872 | 4.077 | 462 |
1786 | 12.336 | 2.287 | 310 |
1787 | 10.461 | 2.910 | 534 |
1788 | 13.724 | 10.330 | 154 |
1789 | 15.392 | 1.581 | 482 |
1790 | 20.621 | 3.061 | 383 |
1791 | 14.881 | 9.225 | 494 |
1792 | sin datos | sin datos | sin datos |
1793 | 4.455 | 2.476 | 209 |
1794 | 2.944 | 4.200 | 144 |
1795 | 1.332 | 1.555 | 41 |
1796 | 2.219 | 8.764 | 454 |
1797 | 292 | 1.264 | 75 |
Total | 149.563 | 59.738 | 4.554 |
La disminución de las remesas de ganado ocurre también en el mismo período que fue señalado para Misiones. Pero la explicación, en este caso, parece hallarse en el aumento de las existencias paraguayas, como lo señaló Azara en su célebre “Memoria Rural del Río de la Plata”, de 1801:
“Cuando fui al Paraguay el año 83, comíamos la mayor parte de la carne conducida de Corrientes; y que hoy hay allí 2.000.000 de reses sin mas diligencia que haber repartido las tierras en los términos que propongo”(13).
(13) Félix de Azara, 9 de Mayo de 1801, en la Biblioteca Nacional de Río de Janeiro. “Manuscritos da Coleçao De Angelis”, Río de Janeiro, tomo VII, p. 455. Juan Francisco Aguirre. “Diario del capitán de fragata de la Real Armada D ...” (1949-1951), en la “Revista de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires”, tomo I, primera parte, p. 383, Buenos Aires, calculaba las existencias de vacunos en el Paraguay en 1.000.000 de cabezas y de caballos en 100.000 entre 1790-1795. Las cifras del stock de algunos pueblos confirman esta recuperación ganadera. En 1794, Caazapá poseía, en sus 16 estancias, 60.000 cabezas; Yaguarón, 30.000; Itapé, 25.000; Itá, 20.000; Yuty, 18.000; y Atira, 17.000. Aguirre. “Diario...”, cit., tomo II, primera parte, p. 438. Archivo General de la Provincia de Corrientes, Documentos de Gobierno 29 (1789). // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
También pudo haber influido en ese crecimiento de las existencias ganaderas paraguayas el aumento de los derechos de aduana que, desde 1789, gravaron las sacas de ganado vacuno para Misiones con el 6 % mientras que para el Paraguay se impuso un 15 % a vacunos y equinos y un 50 % a los mulares. Pero no disponemos de datos para evaluar esa medida en correlación con lo indicado con Azara.
El destino de los arreos fue casi siempre Villa Rica o el Ñeembucú. En algunos casos iban también a pueblos indios como Caazapá o Yuty, entre los más frecuentes. En general, los arreos al Paraguay fueron numerosos, pero en partidas de corto número cada una, anotadas generalmente por la Real Hacienda con la leyenda “para el gasto de la casa”(14).
(14) Guías citadas, passim. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
El ganado conducido al Paraguay o a las misiones ubicadas al norte del Paraná era cruzado por los pasos de Itatí o Candelaria. En estos sitios los pobladores colaboraban en el pasaje de los animales y los pueblos se beneficiaban con el peaje cobrado al ganado en tránsito.
Cuando el cruce se realizaba en balsas el monto alcanzaba al 10 % de la tropa y si se hacía a nado -también llamado “a lance”- sólo llegaba al 5 %.
La fundación de Curupayty, en 1779, y el incremento que tomó el Ñeembucú llevó al Teniente de Gobernador de Corrientes García de Cossio a establecer, en 1782, el Paso del Rey para evitar así tan largo rodeo a las tropas, y para mayor fomento del lugar se estableció una exención del peaje a los pobladores. La renta del Paso del Rey se aplicó desde 1784 al sostén de una Guardia allí establecida(15).
(15) Acuerdos del 2 de Junio de 1783 y correspondencia del Teniente de Gobernador Alonso de Quesada del 7 de Agosto de 1787 y Septiembre de 1787. Archivo General de la Provincia de Corrientes, Papeles del gobernador Quesada. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
Sin embargo, las crecientes del Paraná tornaban difícil el cruce en un sitio tan abierto como aquél, como ocurrió en 1785 y 1786. El gobernador Quesada advertía así que “el Paso del Rey no es para ganado, sino para caballos, pues solo pasan los primeros los pobladores del Curupayty, pero con unas pérdidas considerables; a estos se les permite lo pasen con su gente y se les franquean las canoas y demás necesario, por los que pagan de cada 20 (animales) uno para el gasto del Paso”.
Agregaba Quesada que, cuando hay creciente los animales deben invernar de lo cual surgen pérdidas considerables por no hallarse campos adecuados por allí. Señala que de los vacunos muere la mitad en el cruce; de la caballada, un 30 % (16).
(16) Carta de Alonso de Quesada al Intendente Francisco de Paula Sanz de Septiembre de 1787, en el Archivo General de la Nación, Sala IX, Cuerpo 3, Armario 4, Nro. 1. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
Los pasos de Itatí y Candelaria, en cambio, si bien significaban un largo rodeo eran preferibles por la mayor cantidad de gente que colaboraba, las balsas disponibles y el mejor acceso. Pese a ello, el Cabildo de Itatí se quejó, en 1791, de la merma que le resultaba por la utilización del Paso del Rey(17).
(17) Archivo General de la Provincia de Corrientes, Actas Capitulares 27 (1790-1799). Acta del 16 de Mayo de 1791. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
A partir de 1786 el tráfico de ganado en pie tomó también el rumbo del sur. Al principio las remesas fueron muy modestas pero, a partir de 1790, las cifras son ya importantes; en ocasiones, como en 1791, 1793 y 1794, superaron los envíos tradicionales hacia Paraguay y Misiones.
Años | Vacunos | Equinos | Mulares |
1786 | 1.800 | 210 | |
1787 | 2.536 | 500 | |
1788 | 7.008 | 24 | |
1789 | 1.965 | - | |
1790 | 1.617 | - | |
1791 | 16.190 | 30 | |
1792 | sin datos | sin datos | sin datos |
1793 | 17.823 | - | |
1794 | 12.046 | 110 | |
1795 | 5.996 | 450 | |
1796 | 3.002 | - | |
1797 | 1.241 | 500 | |
Total | 71.224 | 1.814 |
Pero lo más significativo de este tráfico es que la demanda de animales está destinada, exclusivamente, al aprovechamiento de los cueros. La conducción de los arreos se dirigía a La Bajada, en la costa del Paraná y, más tarde, se orientó hacia la costa del Uruguay, hacia Salto Chico (Concordia) o Arroyo de la China (Concepción del Uruguay).
Las anotaciones de las Guías registran frecuentemente el lugar de destino y añaden:“para sacarles las pieles y conducirlas a Buenos Ayres”(18).
(18) En 1796 el “puerto de San Antonio es en el día un pueblito regular ... hay ... actualmente muchos pobladores, de los cuales algunos se distinguen por proyectos a la moda, ya en salazón de tocino, ya de corambres”. La Villa de Concepción, más antigua y consolidada, se ocupaba, entre otras cosas “del sebo, grasa y el cuero ... en el giro de la villa se ocupan actualmente 8 lanchas como de 1.000 cueros cada una, que no hacen otra cosa que viajar a Buenos Aires”. Juan Francisco Aguirre. “Diario del capitán de fragata de la Real Armada D ...”, tomo III, pp. 359 y 370. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
El aprovechamiento de los cueros que, para la década de 1790 constituye ya un rubro importante en Corrientes, se canaliza también por esta vía, indudablemente más barata y más segura para los ganaderos del sur. Los equinos no tuvieron lugar en este tráfico y sólo las mulas se condujeron con cierta regularidad hacia Santa Fe o Buenos Aires.
Un cuadro resume, en cifras, el volumen de las exportaciones ganaderas de Corrientes a los mercados habituales:
1780-1797
Misiones
Paraguay
Buenos Aires
Vacunos en pie
183.817
149.563
71.224
Cueros vacunos
-
-
438.662
Totales
183.817
149.563
509.886
Proporción
21 %
17 %
60 %
En él se advierte la importancia que tuvieron las salidas de ganado en pie. De los tres mercados Misiones absorbió el 45 % de vacunos, 48 % de equinos y 34 % de mulares; Paraguay el 35 %, 51% y 47 %; mientras que el Sur del Litoral sólo un 17 % de vacunos y mulares.
Pero si a esas cifras se les agregan las remesas de cueros con destino a Buenos Aires, las proporciones varían totalmente y resulta que esta ciudad absorbe el 60 % de la producción correntina mientras que Misiones y Paraguay se reducen al 21 % y 17 %, respectivamente. Esta proporción debió crecer todavía más en los años posteriores a 1797, por reducción de la capacidad de Misiones y autoabastecimiento del Paraguay.
Las limitaciones de los mercados más próximos y la subsistencia de una demanda constante de cueros por parte de los mercaderes bonaerenses alentaron a los hacendados correntinos en el mantenimiento de la producción ganadera. La crisis finisecular quebró sus expectativas y detuvo la floreciente expansión.