La composición étnica. Los pueblos de las misiones meridionales y la deserción guaraní hacia Corrientes. Los extranjeros
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La población de Corrientes estaba integrada -como en el resto del virreinato- por los aportes raciales de los españoles, los indios y los negros. De los tres grupos originales derivó el consiguiente mestizaje.
Los datos censales de esta época permiten muy poca profundización en el análisis y en la composición. A lo sumo puede disponerse de cifras globales para 1760, algunos Padrones aislados de 1805 y cómputos algo más detallados para 1814. Según estas fuentes, la composición étnica de la población era la siguiente:
Grupos étnicos 1760 1814
Españoles
6.420
66 %
14.851
70,8 %
Mestizos
59
0,2 %
Indios
1.724
17,7 %
3.611
17,2 %
Castas Libres
1.571
16,1 %
2.440
11,1 %
Esclavos
500
797
De este cuadro se desprende que, porcentualmente, el único grupo étnico en aumento es el español, que pasó de un 66 % a un 70,8 %. Las castas reducen, en cambio, su proporción de 16,1 % a 11,1 %, mientras que los indios permanecen en la misma situación que 50 años antes, con un 17 %.
Desde luego que detrás de la palabra español que utilizan los Padrones de la época se hallan tanto los españoles peninsulares como los americanos o criollos(1).
(1) En el Censo de 1814 la falta de los Padrones urbanos y suburbanos impide cuantificar la cantidad de europeos. En la campaña, los españoles eran 87 y los portugueses 30. Ernesto J. A. Maeder. “Demografía y Potencial Humano de Corrientes (el Censo Provincial de 1814)” (1963), p. 148, en “Nordeste” Nro. 5, Resistencia. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
Llama la atención la casi total ausencia de mestizos de los registros de 1760 y 1814. Sin duda éstos existieron en una proporción que desconocemos y que seguramente se enmascara detrás del rótulo de español(2).
(2) La ausencia de registros de mestizos debe imputarse no sólo a una voluntad de igualarse social y jurídicamente al español sino también a la desigual comprensión de las Instrucciones censales por parte de los encargados de levantar los Padrones. Todavía en 1820 se anotan 104 mestizos en Corrientes, en sitios diferentes de los signados en 1814. Ernesto J. A. Maeder. “Demografía y Potencial Humano de Corrientes (el Censo Provincial de 1814)” (1963), p. 148, en “Nordeste” Nro. 5, Resistencia; y “La Estructura Demográfica y Ocupacional de Corrientes y Entre Ríos en 1820” (1964), p. 28, en TC Nro. 12, La Plata. Hay segunda edición ampliada (1969), Corrientes. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
La población correntina aparece -en su composición étnica- con una neta mayoría blanca, que contrasta visiblemente con los porcentajes del Tucumán y que se asemeja a la situación de Paraguay y Buenos Aires(3).
(3) Jorge Comadrán Ruiz. “Evolución Demográfica Argentina durante el Período Hispano. (1535-1810)” (1969), capítulo IV, Buenos Aires. Eudeba; Emilio Endrek. “El Mestizaje en el Tucumán en el Siglo XVIII (Demografía Comparada)” (1967), Universidad Nacional de Córdoba. A título de comparación vale la pena observar las cifras del Censo del Paraguay -realizado por Lázaro de Ribera en 1799- donde aparecen porcentajes muy similares a los correntinos. Sin tomar en cuenta los pueblos de Misiones, los españoles alcanzan allí al 67,4 %; los mestizos al 0,9 %; los indios al 15,6 %; los pardos libres y esclavos al 15,6 %. No hay dudas del alto nivel de mestizaje en el Paraguay pero, en esta oportunidad, los registros reales tampoco lo hacen constar. Ernesto J. A. Maeder. “La Población del Paraguay en 1799 (el Censo del Gobernador Lázaro de Ribera)” (1975), pp. 63-86, en “Estudios Paraguayos”, volumen III, Nro. 1, Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
El escaso número de esclavos y la inexistencia “formal” de mestizos dan una idea de una sociedad de mayor llaneza, donde la separación de los grupos raciales parece menos nítida que en las regiones del Tucumán, con mayor rigidez y jerarquización social.
Pero la descripción demográfica de Corrientes no sería completa sin tomar en cuenta las misiones meridionales de los guaraníes. Estos pueblos, aunque formaban un distrito independiente compartieron -hasta la segunda década del siglo XIX- el territorio de la que fue después la provincia de Corrientes.
Los pueblos misioneros, sus plantaciones y sobre todo sus estancias, constituían en aquella época un importante conjunto urbano y económico que, aún por vía de comparación, sirve para valorar con mayor precisión el nivel de las poblaciones hispano-criollas del Litoral.
Por otra parte, la emigración guaraní y la relación mercantil que sólo habían tenido esporádicas manifestaciones en la mitad del siglo XVIII, se generalizaron a partir de 1768 constituyendo un capítulo de importancia para comprender la composición étnica de la región.
En principio resulta difícil precisar con qué pueblos misioneros mantuvo Corrientes mayor relación. Después de la expulsión de los jesuitas -ocurrida entre Julio y Agosto de 1768- las autoridades españolas organizaron las misiones como una Gobernación, que luego se fraccionó en 4 y, más tarde, en 5 Departamentos(4).
(4) La organización de las misiones en el período postjesuítico experimentó numerosos reordenamientos. Después de la expulsión, Bucareli y Ursúa resolvió, el 23 de Agosto de 1768, crear dos jurisdicciones sobre los pueblos. Al año siguiente reorganizó este sistema creando un gobernador, asistido por 3 Tenientes de Gobernador. Los 4 distritos creados eran: Candelaria, con 15 pueblos y bajo el mando directo del gobernador; Santiago, con 5; San Miguel, con 6; Yapeyú, con 4. Este sistema se combinaba, además, con una Administración General de Misiones, con asiento en Buenos Aires, y un Administrador particular en cada uno de los pueblos que manejaban la actividad económica de Misiones. Después de la Real Ordenanza de Intendentes, en 1783, los pueblos sufrieron una nueva distribución, subordinándose al gobernador-intendente del Paraguay los Departamentos de Santiago, con 5 pueblos; y Candelaria, reducido a 8. Bajo la dependencia de Buenos Aires quedaron: Concepción, con 7; Yapeyú, con 4; y San Miguel, con 6. Estos últimos se perdieron, al igual que San Borja, en la guerra de 1801-1802, y quedaron bajo posesión portuguesa. En 1803 se volvió a modificar este sistema, y por real cédula del 17 de Mayo se creó el Gobierno Militar y Político de Misiones y, en R. O. del 12 de Septiembre de 1805 este distrito, íntegro, se confió al Gobierno del Paraguay, que atendió ambas funciones. La revolución de Mayo de 1810 y la separación del Paraguay fraccionó de hecho esta Gobernación, cuya suerte se tornó incierta a partir de la segunda década del siglo XIX. Ricardo Zorraquín Becú. “La Organización Política Argentina en el Período Hispano” (1959), Buenos Aires; J. M. Mariluz Urquijo, “El Virreinato del Río de la Plata en la Epoca del marqués de Avila. (1799-1801)” (1964), capítulo VII, Buenos Aires. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
Uno de ellos, el de Yapeyú, estaba formado por el pueblo homónimo, La Cruz, Santo Tomé y San Borja, este último ubicado al otro lado del río Uruguay. Estos constituían las misiones meridionales que, sin duda, mantuvieron con Corrientes una relación importante y, por momentos, áspera en sus litigios fronterizos.
Aún cuando la relación comercial que abrió Bucareli y Ursúa, en 1768, se manifestó intensa y regular con otros pueblos -sobre todo del Departamento Candelaria- es conveniente ceñirse sólo a la descripción de los pueblos meridionales que -junto con San Carlos- constituirán luego el patrimonio correntino.
Estos pueblos no eran sustancialmente distintos del resto aunque la importancia que prestaron a la explotación ganadera los asemejaba -en cierta medida- a Corrientes. Sus estancias se extendieron hasta el Miriñay que, incluso, fue sobrepasado, y que hacia el Sur llegó hasta las riberas del Yeruá, mientras que en el Sur alcanzaba una latitud que concluía en Paysandú y la Cuchilla Central de la Banda Oriental.
Salvo de San Carlos, no se conservan plantas urbanas de los tres pueblos pero, a través de los Inventarios postjesuíticos, es posible conocer con suficiente detalle el equipamiento urbano y las poblaciones rurales de los pueblos.
Las iglesias y los colegios poseían similar estructura pero diferían en el número de líneas de casas edificadas: Yapeyú poseía 40, con 280 viviendas; Santo Tomé 17 líneas y 124 viviendas; San Carlos, 20 hileras y 174 viviendas.
De La Cruz no se conocen datos en tal sentido. También había, en el mismo pueblo, no sólo los telares, platería, herrería, carpintería, ganadería, escuela, etc., sino también galpones para la fabricación de carretas y un pequeño astillero, como Yapeyú, o ladrillerías y tahonas, como Santo Tomé y San Carlos(5).
(5) Los Inventarios de Santo Tomé en el Archivo General de la Nación en Sala IX, Cuerpo 33, Armario 7, Nro. 7; Sala IX, Cuerpo 35, Armario 5, Nro. 3; y Sala IX, Cuerpo 22, Armario 7, Nro. 7; de San Carlos, Sala IX, Cuerpo 13, Armario 7, Nro. 7; el plano de 1818, en Hernán Bussaniche. “La Arquitectura de las Misiones Jesuíticas de Guaraníes” (1955), Santa Fe. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
El numeroso conjunto de estancias y puestos, en varios lugares con sus capillas, permite advertir que la población guaraní si bien estaba fundamentalmente radicada en núcleos urbanos tenía un cierto grado de dispersión rural muy perceptible en los pueblos meridionales.
Sólo Yapeyú, en el Inventario de 1780 acusa, entre el pueblo y las costas del Yeruá, los poblados de Salto Chico y Mandisoví, 23 estancias y puestos intermedios. Del otro lado del Uruguay la nómina agrega Paysandú y otras 18 estancias y puestos(6).
(6) Inventario del 17 de Enero de 1780, en el Archivo General de la Nación, Sala IX, Cuerpo 22, Armario 7, Nro. 6. Véase también Natalio Abel Vadell. “La Estancia de Yapeyú (sus Orígenes y Antecedentes y la existencia de Misiones de ese Pueblo en la Banda Oriental)” (7 de Septiembre de 1950), tomo 83, pp. 225-235, en Estudios, Buenos Aires. Recientemente, Erich L. W. E. Poenitz. “La Acción Pobladora de Yapeyú después de la Expulsión de la Compañía” (10-12 de Julio de 1975), estudio de la expansión de Yapeyú entre 1770 y 1800 presentada al III Congreso de Historia Argentina y Regional, Santa Fe. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
La Cruz contaba con 8 estancias; Santo Tomé, con 8 estancias y 3 capillas; y San Carlos, con 2 estancias, con sus capillas y 11 puestos(7).
(7) Los Inventarios citados. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
A pesar de la notoria decadencia de los pueblos guaraníes a fines del siglo XVIII, las misiones meridionales -según Juan F. Aguirre- ofrecían un aspecto más consolador “con todo, los Naturales de estos pueblos del Uruguay tienen otro semblante de conveniencia personal superior a los otros de arriva. El hecho es positivo, porque aparecen menos mal vestidos...”, y agrega: “el indio en su estancia lo pasa mejor, aunque su comunidad sea más pobre”(8).
(8) Juan Francisco Aguirre. “Diario del Capitán de Fragata de la Real Armada D ...” (1949-1951), tomo XVIII, p. 361, en “Revista de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires”, Nros. 43-50, Buenos Aires. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
Desde el punto de vista de la población y su distribución es necesario insistir en la importancia que tuvieron los guaraníes en la composición de la población correntina del último tercio del siglo XVIII.
Limitándonos a los pueblos meridionales, la población de los mismos a partir de 1760 fue la siguiente:
Año
Yapeyú
La Cruz
Santo Tomé
San Carlos
Total
1760
7.765
3.342
3.475
2.304
16.886
1761
7.618
2.680
3.300
2.351
15.949
1762
7.470
3.044
3.427
2.400
16.341
1763
7.458
3.541
3.178
2.248
16.425
1764
7.501
3.561
2.511
2.191
15.764
1765
7.715
3.197
1.954
2.037
14.903
1766
7.788
3.221
2.127
2.276
15.412
1767
7.974
3.243
2.172
2.367
15.756
1772
3.322
3.402
2.317
1.968
11.009
1784
4.739
3.740
1.837
1.343
11.659
1794
5.170
3.871
1.483
1.023
11.547
1802
4.669
3.458
1.855
1.110
11.092
1803
¿4.669?
3.542
1.910
¿1.110?
11.231
La población de estos pueblos permaneció estable entre 1760 y 1767, época en que concluyen los Padrones anuales de los jesuitas pero, entre 1768 y 1772 se aprecia un descenso considerable que incide fundamentalmente en Yapeyú.
A partir de esta fecha la información es más espaciada pero suficientemente indicadora de la parcial recuperación de Yapeyú y del mantenimiento de una población total de 11.000 habitantes entre 1772-1802 en los cuatro pueblos(9).
(9) Las cifras -de 1760 a 1767- en Ernesto J. A. Maeder y Alfredo S. Bolsi. “La Población de las Misiones Jesuíticas entre 1702-1767” (1974), pp. 111-137, en “Estudios Paraguayos”, volumen II, Nro. 1, Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción. Los Censos de 1772 en el Archivo General de la Nación, Sala IX, Cuerpo 18, Armario 8, Nro. 5; los de 1794 en el Archivo General de la Nación, Ms. Biblioteca Nacional 5.094-37; los de 1802 y 1803 en Julio César González. “Datos Estadísticos sobre Misiones” (1943), tomo XXVII, pp. 334-344, en el “Boletín del Instituto de Investigaciones Históricas”, Facultad de Filosofía y Letras de la UBA (Buenos Aires). En 1771, una epidemia de viruela diezmó a Yapeyú, Archivo General de la Nación, Sala IX, Cuerpo 17, Armario 4, Nro. 2. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
La emigración guaraní -que tuvo antecedentes esporádicos entre 1735/1738 y durante la guerra guaranítica (1754/56)- se acentuó después de la expulsión de los jesuitas y no es difícil advertir que influyó en la composición de la población correntina(10).
(10) Sobre la emigración guaraní en la época jesuítica véase el trabajo del doctor Ernesto J. A. Maeder y Alfredo S. Bolsi. “La Población de las Misiones Guaraníes entre 1702- 1767” (1974), pp. 111-137, en “Estudios Paraguayos”, volumen II, Nro. 1, Asunción. La emigración de la época posterior fue tratada por José M. Mariluz Urquijo. “Los Guaraníes después de la Expulsión de los Jesuitas” (1953), pp. 323-330, en Estudios Americanos Nro. 25, Sevilla. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
En general, tanto por los problemas de jurisdicción como por las dificultades que ocasionaban en la frontera los “tapés”, no resultaban una vecindad grata para los correntinos. En 1772 el Cabildo no vacilaba en quejarse de los yapeyuanos, puesto que los obligaban a
“huir detener por vecinos a dichos tapes, cuios insultos continuos han hecho a estos naturales concebir una irreconciliable adversión a dichos indios ... de que tal vez puedan resultar fatales consecuencias contra la tranquilidad publica”(11).
(11) Acta de Diciembre de 1772, en el Archivo General de la Provincia de Corrientes, Actas Capitulares 24 (1770-1775). Los testimonios de adversión a los guaraníes son frecuentes. Por ejemplo, Acta del 16 de Enero de 1775, sobre la adjudicación de la estancia Rincón de Luna, Actas Capitulares 24 (1770-1775). // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
Pese a estos juicios, el problema de la inmigración guaraní presentaba otro aspecto muy diferente cuando ella se producía en forma de mano de obra para las estancias. El súbito incremento de la población guaraní entre 1768 - 1772 llamó la atención de las autoridades porque el 14 de Enero de 1773 el Teniente Tesorero de la Real Hacienda de Corrientes advirtió a los Oficiales Reales de Buenos Aires sobre
“el crecido número de indios que trabajan en huertas, estancias, obrajes, labores, ganados, carretas y demás en servicios españoles”, y la necesidad “... de que tributen con arreglo a las ganancias que sus ocupaciones les producen”.
Concluye Fernández Blanco advirtiendo que estos indios se han ido de sus pueblos y se encuentran dispersos por el Paraguay y Corrientes. Se le respondió el 22 de Mayo de 1773 prometiéndole estudiar el asunto y agradeciéndole su celo(12).
(12) Archivo General de la Provincia de Corrientes, Documentos de Gobierno 27 (1786), Copiador de Actas; y Documentos de Gobierno 18 (1771-1773). // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
Por fin, el gobernador Juan José de Vértiz y Salcedo dictó algunas medidas para remediar este hecho. El 12 de Julio de 1774 dispuso que
“dados los graves perjuicios que resultaban de la subsistencia y fomento de los mencionados pueblos con motivo de la dispersión de los indios que, separados de sus domicilios, se han establecido en ésta y esas inmediaciones, he acordado se prohiba que ninguno de aquellos individuos sea admitido por ningún vecino de esta jurisdicción con titulo de peón ni otro motivo, a fin de evitar su existencia en estos destinos y obligarles a que regresen a sus establecimientos”(13).
(13) Archivo General de la Provincia de Corrientes, Documentos de Gobierno 19 (1774-1776). // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
Ordena, además, tomar las medidas más eficaces sin admitir recursos ni representaciones y de común acuerdo con el Tesorero de la Real Hacienda de Corrientes.
Pero la identificación y la deportación de los indios no resultó tarea sencilla. El Comisionado Francisco Colina, encargado de recoger a los tapés, chocó con la resistencia sorda de los estancieros y vecinos y ocasionó alborotos porque pretendió, incluso, cubrir los Gastos del traslado a costa de los mismos patronos.
El propio Teniente de Gobernador, que tomó a su cargo esa tarea, escribió desde Candelaria al Cabildo, diciéndole que “el vecindario ha sustraído y escondido la mayor parte de los indios que habia en la jurisdicción y ha negado auxilios a los jefes militares”(14).
(14) Actas del 5 de Diciembre de 1775 y del 17 de Febrero de 1776 en el Archivo General de la Provincia de Corrientes, Actas Capitulares L. 24 (1770-1775) y Actas Capitulares L. 25 (1776-1782). El Cabildo dispuso que el Alcalde de primer voto y el Alguacil Mayor recorrieran la jurisdicción y pesquisaran sobre lo ocurrido “celando la prohibición a entrar de los indios prófugos y designando comisionados en cada camino”. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
Años más tarde, el 13 de Marzo de 1780, Vértiz y Salcedo resumía al Teniente de Gobernador de Corrientes los resultados de una de esas batidas, haciéndole saber que en Candelaria se habían recibido 220 de los 300 tapés recogidos en Saladas y 25 de otros destinos.
Vértiz y Salcedo sacaba como conclusión que tanto el ocultamiento como las deserciones de los guaraníes eran provocados por
“... los consejos de los que los tenían ahí o el deseo de vivir en libertad con gente soltera que suelen llevarse abandonando sus consortes y que muchos vecinos de esa jurisdicción mantienen indios escondidos en los montes para servirse de ellos en su trabajo (roto) por cuya causa ponen dificultades a su remesa”(15).
(15) Archivo General de la Provincia de Corrientes, Documentos de Gobierno 22 (1780). // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
Las medidas dispuestas para recoger a los indios y empadronarlos no parecen haberse cumplido o al menos carecieron de verdadera eficacia(16).
(16) En 1786, el Subdelegado Alonso de Quesada dispuso, en virtud de Orden superior, otra recogida. Conocemos sólo los resultados parciales obtenidos en el Partido de San Roque donde se individualizaron 72 guaraníes. Archivo General de la Provincia de Corrientes, Documentos de Gobierno 27 (1786); y dificultades puestas a los Comisionados en Itatí. Papeles del Teniente de Gobernador Quesada. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
La emigración guaraní se desgranó sobre el Litoral y particularmente en Corrientes. Distintos testimonios de Gonzalo de Doblas, en 1785, o de Miguel Lastarria, en 1800, evidencian esta presencia guaraní(17).
(17) Gonzalo de Doblas, “Memoria Histórica, Geográfica, Política y Económica sobre la Orovincia de Misiones de Indios Guaraníes”, en Pedro de Angelis en su “Colección de Obras y Documentos relativos a la Historia Antigua y Moderna de las Provincias del Río de la Plata” -que comenzó a publicarse en 1836-, tomo III, Buenos Aires; Miguel Lastarria al virrey Avilés, 8 de Marzo de 1800, en Facultad de Filosofía y Letras - “Documentos para la Historia Argentina”, Buenos Aires, tomo III, Colonias Orientales, pp. 44 y 79. Todavía el 3 de Julio de 1804 el Teniente de Gobernador escribe al virrey Rafael de Sobre Monte sobre la situación de los indios que se hallaban en la jurisdicción de Corrientes, en Archivo General de la Provincia de Corrientes, Documentos de Gobierno 36 (1800-1802), Copiador de Notas. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
Este hecho migratorio explica el porcentaje de población indígena que Corrientes conservaba en 1814 y pone de manifiesto una mestización que, aunque no fue cuantificada debidamente en los Censos Provinciales, indudablemente existió en apreciable medida ya en los tiempos virreinales(18).
(18) Todavía en 1827, Alcides d’Orbigny expresaba: “En Corrientes la mezcla de europeos e indios es tal que sería difícil establecer a primera vista a qué casta pertenecen los sujetos y la dificultad aumenta por el sol que quema la piel de los blancos”, en “Viaje a la América Meridional” (1958), p. 206, Madrid. Ed. Aguilar. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
Es necesario decir también algunas palabras sobre el número de extranjeros que residían en Corrientes. La proporción de los mismos fue siempre muy reducida, tal como correspondía a un Estado donde el ingreso a las Indias se hallaba sometido a control.
En 1643 y 1663 se hicieron dos Registros donde consta la existencia de 15 portugueses que fueron desarmados y que ya no figuraban en el segundo empadronamiento. La falta de noticias posteriores impide conocer el ingreso de extranjeros(19).
(19) Manuel Florencio Mantilla. “Crónica Histórica de la provincia de Corrientes (Notas Biográficas de Angel Acuña)” (1928-1929), tomo I, pp. 65, 69, 70 - Buenos Aires. // “El Desarme de los Portugueses” (1871), en RAO, tomo III, pp. 229-250, Buenos Aires. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
El 21 de Septiembre de 1771, en cumplimiento de una Orden del gobernador Juan José de Vértiz y Salcedo, el Teniente de Gobernador Juan García de Cossio hizo un Inventario de los extranjeros residentes en Corrientes y su jurisdicción, con indicación del nombre, estado civil, oficio y lugar de residencia.
Dicha lista indicó 30 portugueses, 2 franceses (Pedro Paz y Antonio Luis Poyson), 2 ingleses (Juan Collis y Juan Goodelet) y un milanés (Juan María Batalla). Comparadas sus cifras con Censos posteriores, resultan:
Nacionalidades
1771
1814
1820
Españoles
87
102
Portugueses
30
30
Italianos
1
3
Ingleses
2
4
14
Franceses
2
2
7
Alemanes
1
Aun cuando el cuadro ofrece muchas limitaciones (desde luego no figuran como extranjeros los españoles europeos de 1771 ni las cifras de 1814 son completas), es perceptible el escaso número de pobladores de otras naciones. La mayoría, 28, estaba casada en Corrientes(20).
(20) Copia del Extracto que manifiesta “la patria ...” etc., nos fue facilitada gentilmente por Federico Palma. La operación se realizó s/Bando del 29 de Agosto y el Informe fue recibido por Vértiz y Salcedo que retuvo las diligencias originadas. Archivo General de la Provincia de Corrientes, Documentos de Gobierno 18 (1771-1773). // Los Censos de 1814 y 1820, en Ernesto J. A. Maeder. “Demografía y Potencial Humano de Corrientes (el Censo Provincial de 1814)” (1963), pp. 131-163, en Nordeste Nro. 5, Resistencia; y “La Estructura Demográfica y Ocupacional de Corrientes y Entre Ríos en 1820” (1964), pp. 111-138, en TC Nro. 12, La Plata. Hay segunda. edición ampliada (1969), Corrientes. // Citado por Ernesto J. A. Maeder. “Historia Económica de Corrientes en el Período Virreinal. 1776-1810” (1981), Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
Los oficios de este grupo eran: mercaderes y comerciantes, 7; estancieros, 4; sastres, 2; carpinteros, 4; zapateros, 6; albañiles, 2; adobero, 1; labradores, 7; herrero, 1; y curtidor, 1.
De todos ellos, 23 vivían en la ciudad; 2 en Ensenadas; 1 en Saladas; y 9 en la campaña.