Formación Ituzaingó
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FORMACION ITUZAINGO
Antecedentes: Esta unidad sedimentaría tiene una larga historia bibliográfica y su ubicación en la escala geocronológica ha sufrido numerosos cambios.
Fue d’Orbigny quien primero la distinguió formalmente como uno de los horizontes de su “Tertiare Guaranien”.
Diversos autores posteriores la incorporaron y denominaron sucesivamente “Mesopotamiense”, “Entrerriense”, “Rionegrense” o “Puelchense”, considerándolo ora facies fluvial, continental o marina.
Por su litología característica, muchos autores se han referido a ella como “asperón guaranítico”, nombre informal que todavía se utiliza en alguna literatura. Su edad fluctuó entre el Mioceno y el Cuaternario.
La mayoría de los problemas relacionados con esta unidad surgieron como consecuencia de la tendencia a correlacionarla con sedimentos de zonas bastante alejadas, como la columna aflorante en Paraná (Entre Ríos), o bien en la Patagonia (Provincia de Río Negro), donde estaban presuntamente bien ubicadas estratigráficamente.
Su verdadera ubicación y relaciones sólo fue establecida en años más recientes.
En 1950, De Alba define concretamente esta unidad, dándole un nombre formacional, pero recién Herbst (1971), y luego Herbst, Santa Cruz y Zabert (1976), le confieren estatus definitivo como Formación, caracterizándola litológicamente, señalando su extensión vertical y horizontal, y tratando de ubicarla en el tiempo.
Sinonimia: “horizonte A del Tertiare Guaranien” o “gres ferrugineux” (d’Orbigny, 1846); “asperón guaranítico” o “asperón de Corrientes” (diversos autores); “rionegrense terrestre N° 5” (Frenguelli, 1920); “Serie mesopotámica” (Bonarelli y Longobardi, 1929); “Mesopotamiense” (Castellanos, 1965); “Formación Entre Ríos” (Reig, 1957); “Puelchense” (Groeber, 1961); "Formación Salto Chico" (Rimoldi, 1962); “Estratos Araucenos” (diversos autores); Formación Ituzaingó (De Alba, 1959; Herbst, 1971; Herbst, Santa Cruz y Zabert, 1976; Iriondo, 1980); Formación Salto Chico + Formación Ituzaingó (Gentili y Rimoldi, 1979).
Descripción litológica: Se trata fundamentalmente de arenas y areniscas con diverso grado de coherencia: desde casi completamente friables hasta sumamente duras.
En general, se presentan muy duras cuando están relacionadas con las aguas actuales, por lo que se sospecha un proceso de cementación secundaria. En perforaciones no se han detectado areniscas muy duras.
Granulométricamente van desde arenas finas y medianas hasta muy gruesas, ocasionalmente hasta conglomerados con rodados hasta de 5-8 centímetros de diámetro.
Su coloración es muy variada, desde blanquecina y amarillenta hasta pardo-rojiza y pardo-oscuro en toda una gama de variaciones que cambia en trechos cortos.
En diversos niveles suelen intercalarse estratos finos o lentes de material fino, limos y arcillas, de co lores en general verdosos, grises y aún negros. Es característica permanente la estratificación cruzada de neto origen fluvial.
Mineralógicamente, las arenas son fundamentalmente cuarzosas (hasta 99 %), con granos generalmente subredondeados a redondeados, muchas veces pulidos.
La fracción liviana comprende, casi totalmente, feldespatos potásicos y plagioclasas ácidas.
La fracción pesada corresponde, en su mayoría, a opacos y le siguen en orden aproximado de frecuencia decreciente zircón, turmalina , cianita, estaurolita, epidoto, rutilo y granate.
El aglutinamiento de los granos es producido generalmente por “óxidos férricos” y arcillas.
En un solo sitio, en el subsuelo de la ciudad de Corrientes (perforación Corrientes, INCYTH), entre los -70 y -72 metros, se registra una capa de toba ácida, de color gris claro, con hasta 90 % de trizas de vidrio.
La fracción arcilla de la Formación está constituida dominantemente por caolinita, siguiéndole la montmorillonita ym en general, escasa a nula illita. No obstante, algunas muestras de la parte superior del perfil general (sobre las lomadas, en arenas/areniscas, más o menos “lavadas”), los tenores de illita pueden ser altos (ver: Apéndice III). En las muestras frescas (de perforaciones), la caolinita es absolutamente dominante.
Es posible considerar que los minerales arcillosos del grupo de la caolinita de esta Formación, fueron heredados como tales desde áreas de dispersión ubicadas al Este-Nordeste y, a su vez, producidos por descomposición de minerales de los basaltos (Riggi y Riggi, 1964).
Distribución y espesor: Esta Formación tiene una amplia difusión en el Noroeste de la Provincia, desde unos 30 kilómetros al Este de Ituzaingó, y a lo largo de las barrancas el río Paraná hasta el río Guayquiraró, en el Sur (continuando en Entre Ríos).
Se la encuentra aflorando con pequeños espesores en la mayoría de los afluentes orientales del Paraná (ríos y arroyos con barrancas), como también en las lomadas o “cordones arenosos” (fig. 13) que, con orientación general nordeste-sudoeste están ubicadas en la mitad superior occidental de la Provincia (al oeste de la cuenca del Iberá-río Corriente).
En subsuelo, en la misma región, de acuerdo con los datos de numerosas perforaciones (Dir. Nac. Geol. Min., 1959-1965), datos a veces algo vagos, cubrirían toda esta región.
Sobre la costa del río Uruguay, en cambio, afloran en forma discontinua, pero con mayor distribución de areniscas y conglomerados adjudicables a esta Formación; ello ocurre desde aproximadamente Alvear hasta el río Mocoretá (y también continúa en Entre Ríos).
Frecuentemente constituyen niveles conglomerádicos gruesos, en los que la presencia de maderas silicificadas es bastante notoria.
Los espesores máximos conocidos están localizados en la perforación Corrientes N° 1 (INCYTH, 1977), con una potencia de unos 160 metros; estos espesores disminuyen hacia el sur (Herbst, Santa Cruz, Zabert, 1976).
En la costa del río Uruguay, los espesores son notoriamente menores, alcanzando apenas el orden de los 15-20 metros. En las perforaciones del interior, citadas arriba, es común encontrar espesores del orden de los 80-90 metros.
Relaciones: El yaciente de la Formación lo pueden constituir varias unidades. En el oeste, y en la franja norte-sur en que en el subsuelo está presente la Formación Paraná, se asienta sobre ella; un poco mas al Este, se sobrepone a la Formación Fray Bentos (perforación Santa Rosa N° 1 del INCYTH (1977), ó bien sobre los basaltos o areniscas de la Formación Salari (perforación Concepción N° 1 del INCYTH (1977).
Si bien la relación no ha sido vista, es presumible que sea mediante discordancia. En la mitad oriental de la Provincia, se asienta casi siempre sobre el Grupo Solari-Serra Geral.
Su techo, en la gran mayoría de los casos, lo constituye la Formación Toropí, o cuando ésta falta, la Formación Yupoí.
En las partes más altas (sobre las lomadas), sue1e estar cubierta por una delgada capa de Cuaternario superior o suelo. En estos casos, la relación también es, evidentemente, de discordancia erosiva.
Edad y correlaciones: No existen a la fecha argumentos o evidencias definitivas
para asignar la edad de esta Formación. A pesar de las fluctuaciones con que la consideraron diversos autores, el consenso más generalizado sostenía una edad Plioceno.
Así fue considerada por Herbst (1971), utilizando una serie de argumentos de correlación con el “Rionegrense” y “Entrerriense” de Frenguelli (1920) y algunos autores posteriores.
Más adelante, una vez confirmada su posición estratigráfica sobrepuesta a la Formación Paraná, cuya edad es Mioceno superior, Herbst, Santa Cruz y Zabert (1976) estimaron que su edad más probable sería Plioceno, aunque uno de aquellos autores (Santa Cruz), sostenía que podría pertenecer, en parte al menos, al Cuaternario inferior, opinión que estaría sustentada en una eventual correlación con la Formación Puelches del subsuelo de las provincias de San ta Fe y Buenos Aires.
Ninguno de los elementos paleontológicos hasta ahora encontrados (maderas petrificadas, pelecípodos de agua dulce, palinomorfos y cutículas) permiten decidir una edad.
Es posible que el llamado “conglomerado osífero” que aparece en la zona de Paraná (Entre Ríos) y que está inmediatamente por encima, mediando discordancia erosiva de la Formación Paraná en aquella región, constituya la porción más inferior de la Formación Ituzaingó.
Este “conglomerado” es portador de una fauna “mezclada”, donde la mayoría de los elementos indicarían un Plioceno medio a superior. No obstante, esta correlación no está del todo demostrada.
A falta de mejores argumentos -de momento-, sostenemos una edad Plioceno, probablemente superior, para la Formación Ituzaingó.
La unidad se correlaciona estrechamente con la Formación Salto Chico (Gentili y Rimoldi -1979-, y otros autores) de Entre Ríos, y con la Formación Salto, definida en la República del Uruguay, frente a la región del nordeste entrerriano (zona de Salto).
En Entre Ríos, a lo largo de la costa del río Paraná, sedimentitas que son evidente continuación lateral de las correntinas, han recibido en los últimos años la misma denominación, esto es, Formación Ituzaingó.