Suelos de Corrientes: características y distribución
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SUELOS DE CORRIENTES: CARACTERISTICAS Y DISTRIBUCION
por Rodolfo A. Capurro y Edmundo H. Escobar(*)
5.1.- INTRODUCCION
Por la diversidad de factores pedogenéticos concurrentes, y el grado de incidencia de cada uno de ellos en situaciones particulares y alternativas, reflejadas en la morfogénesis de los individuos-suelos, hace que esta Provincia, como pocas en el país, exhiba un verdadero catálogo de suelos.
Dentro de su territorio se encuentran hasta hoy ocho de los diez Ordenes que contempla la clasificación taxonómica del sistema norteamericano vigente (Séptima Aproximación, 1960).
El suelo superficial que cubre la Provincia de Corrientes configura un complejo biológico, químico y físico que responde a la acción combinada de factores del medio ambiente actual y pasado. Entre estos hechos se destacan los siguientes factores:
* Los materiales generadores de suelo y la clase de minerales que los componen, temperaturas medias y extremas, su frecuencia, relativa precipitación pluvial total y su régimen, fluctuación de la napa freática (profundidad y duración), constancia e intensidad de los vientos, relieve general, tipo y grado de pendiente.
La incidencia particular de cada uno de ellos, condiciona una gran variedad de unidades edáficas que convierte a Corrientes en un verdadero catálago de suelos disímiles.
En esta Provincia el material madre es quizás uno de los elementos que más inciden en el carácter del individuo-suelo. Así, se encuentran suelos desarrollados a partir de materiales que se hallan en segundo o tercer ciclo de evolución, sedimentos que sufrieron redeposiciones sucesivas, y por lo tanto se muestran pobres en materiales primarios meteorizables.
Otros materiales superficiales que contribuyen a la pedogénesis de los suelos de la región son los sedimentos lacustres, limolíticos y arcillosos, sedimentos fluviales arenosos, arcillosos, arcillo-arenoso, las areniscas consolidadas y no consolidadas y el basalto (Edison Consult, 1965).
El sistema norteamericano de clasificación taxonómica vigente -Séptima Aproximación-, contempla dos criterios diferentes para agrupar a suelos dentro de sus categorías menores, a nivel de Familia. Uno de ellos, utilizado para dividir los Subgrupos, tiene en cuenta a la textura, minerología, temperatura, etc.
El otro, da énfasis a los conceptos que expresan propiedades con significado sobre uso, manejo o comportamiento del suelo (Soll, Survey Staff, 1975).
Para este trabajo se adoptó este último criterio, a fin de facilitar las interpretaciones de las unidades cartográficas ofrecidas en el mapa (fig. 8).
Además, si procedemos a un agrupamiento intrepretativo, acorde con la aptitud productiva y para ello aprovechemos el criterio empleado en la clasificación por Capacidad de Uso (del Servicio de Conservación de Suelos de EE.UU. (Klingebled y Montgomery, 1962), que es estratificaron en tres grandes categorías: Clase, Subclase y Unidad Utilitaria, veremos que en Corrientes hallamos todas las categorías y unidades de uso del sistema (Capurro, et al, 1970; Escobar, et al, 1982).
5.2.- ALGUNOS CONCEPTOS SOBRE EL DESARROLLO
DE LOS SUELOS DE CORRIENTES
En la Provincia de Corrientes, de acuerdo con su relieve, se pueden percibir dos grandes regiones: Occidental y Oriental y, dentro de ellas, varios ambientes con caracteres propios, todos íntimamente relacionados con su origen geológico y la acción de los agentes modeladores.
La característica de cada suelo es la resultante de la influencia de los factores formadores, tales como el clima y los agentes bióticos, actuando sobre el material originario, condicionado por el relieve a través del tiempo, a los que podría sumársele la acción del hombre.
En la Provincia se sucedieron procesos geológicos cambiantes, que se reflejan en la complejidad de los materiales de superficie. Así también, la evolución de los suelos son diferentes en ambas regiones y aún dentro de cada una de ellas.
En la región Occidental se observan suelos poco evolucionados, sobre sedimentos modernos, y otros que han adquirido un desarrollo completo, con la formación de los horizontes A-B-C, a partir de materiales más antiguos.
En las condiciones climáticas actuales, los suelos están sometidos a lavados continuos. Este proceso de lixiviación, induce a la formación de suelos ácidos, además de producir lamelas texturales (B incipiente), en el caso de los suelos arenosos (Entisoles) (Mapa de Suelos, 1970).
En áreas planas, con texturas más finas, sobre materiales más antiguos, se notan procesos idénticos, pero evidentemente también con la formación de un horizonte B-textural, dando lugar a suelos muy evolucionados y fuertemente desarrollados, del tipo A1-A2-B2-C (Molisoles y Alfisoles).
Cuando las condiciones son netamente hidromórficas, los suelos presentan características propias de reducción, con la presencia de formaciones especiales, con coloraciones que van del gris pálido al amarillo-verdoso.
Las áreas que reciben aguas de drenaje de zonas más elevadas, con aportes de sodio, generan suelos salinos-alcalinos; estos se manifiestan en superficies relativamente pequeñas (Capurro et al, 1970; Mapa de Suelos).
En las áreas de esteros, especialmente en los del Iberá, se desarrollan suelos orgánicos (Histosoles), constituidos por tejidos vegetales en diferentes grados de descomposición y sedimentos fluvio-lacustres, de espesores variables.
En la región Oriental se encuentran los suelos más desarrollados, en especial en el sector nordeste, donde la intemperización del basalto exhibe su máxima expresión, con la formación de suelos altamente evolucionados (Ultisoles).
En su parte meridional se observan suelos con distintos grados de desarrollo, desde incipientes, sobre afloramiento rocoso, hasta aquéllos con horizontes Al-A2-B2-C (Inceptisoles, Molisoles, Alfisoles). En el extremo sudeste, con relieve relativamente escarpado a partir de material calcáreo, han evolucionado suelos con horizontes genéticos bien diferenciados, en los que se evidencia una marcada lixiviación, dando lugar a la formación de un horizonte iluvial (B-textural); en estas situaciones, el relieve juega un papel preponderante (Vertisoles, Molisoles).
No obstante, en el valle aluvial del río Corriente, y otros ambientes similares, existen suelos formados por capas de sedimentos de granulometría variada, sin llegar a constituir horizontes genéticos (Entisoles, Inceptisoles).
Para una mejor ubicación del lector, describiremos los suelos de la Provincia, agrupándolos en Familias (Capurro et al, 1978b), considerando las dos grandes regiones por separado.
5.3.- REGION OCCIDENTAL
5.3.1.- Familia Yataity Calle (Psammentes)
Forma una gran planicie, donde converge una serie de lomadas arenosas alargadas en dirección NE-SW, con cotas sobre los 60 metros, y contienen abundantes lagunas.
Se ubican aquí los suelos entisólicos, que no poseen horizontes genéticos, o los tienen muy débilmente expresados; estos, a su vez, están asentados sobre suelos enterrados (Bb-rojo).
En la mayoría de los casos contienen bajos tenores de materia orgánica y nitrógeno, además de baja capacidad de intercambio catiónico.
5.3.2.- Familia Chavarría (Acuentes)
En una posición intermedia entre estas lomas y las depresiones del área, se encuentra un paisaje levemente ondulado, ocupado por suelos pardo-amarillentos, cuarzosos-profundos, con un B-textural enterrado y signos evidentes de exceso de humedad. Entre éste y el manto arenoso, fluctúa una falsa napa de agua.
Pertenecen a la Familia Chavarría y tiene un régimen ácuico. Son suelos de muy baja fertilidad natural, además de tener problemas por drenaje deficiente y exceso de humedad.
5.3.3.- Familia Gobernador Martínez (Acualfes)
Entre las lornadas descriptas y los diques naturales o albardones de los cursos de agua relativamente importantes, se suceden suelos con relieve plano, con drenaje externo e interno deficiente, textura fina y sujetos a lixiviación, con formación de horizonte A angosto y un potente B-textural; es común la presencia de un A2 angosto.
Son los denominados planosoles (Alfisoles: Albacualfes-Ocracualfes) y algunos integrados a subgrupos mólicos; ciertos individuos sufren inundaciones periódicas y, por ende, son más hidromórficos.
Entre estos y los valles aluviales de los ríos y arroyos, que reciben agua de drenaje de áreas más elevadas, se ubican los suelos salinos-alcalinos, que se incluyen en la Familia Ocá.
Estos planosoles son los denominados suelos arroceros, medianamente fértiles y excepcionalmente fértiles, pero con pocas posibilidades para cultivos de secano.
5.3.4.- Familia Malezales (Acualfes)
Existen, además, dentro de esta gran Región, extensiones considerables de suelos que se desarrollan bajo condiciones extremas de hidromorfismo, dando origen a los llamados “malezales correntinos”, con características muy particulares; configuran “microrrelieves” constituidos por columnas irregulares, separadas por canalículos, frecuentemente anegados (Glosacualfes, Albacualfes).
Esta unidad es producto de una morfogénesis muy particular, con migración inversa de material aglutinante de las partículas minerales en la cabeza de las mesocolumnas. Suelos medianamente fértiles, la mayoría de las veces contienen cantidades apreciables de materia orgánica (2 a 3 %); su capacidad de intercambio catiónico es alta en el B-textural; varía entre 20 y 30 m.e. y entre 8 y 16 m.e. en el horizonte A.
Son utilizados para el cultivo del arroz, pero su drenaje deficiente y exceso de humedad, inhabilitan su uso en cultivos de secano, en las condiciones actuales.
5.3.5.- Familia Carolina (Udoles)
Ocupando las terrazas más altas sobre las márgenes de los ríos Paraná, Santa Lucía y otros cursos de agua de menor cuantía, se extiende, como albardones, una franja de materiales franco-arenosos, de color oscuro, apoyados sobre un manto arcilloso bien estructurado (B-textural), conformando una discontinuidad litológica (Paleudoles).
Se constituyen en los suelos agrícolas de mayor fertilidad de esta región. La cantidad de materia orgánica varía entre 1,5 y 2,5 % y hasta más de 4 % en situaciones especiales. Su capacidad de intercambio catiónico, en los horizontes superficiales, oscila entre 7 y 15 m.e., y puede llegar hasta 25 m.e., en el B-textural.
5.3.6.- Familia Desmochado (Psammentes)
En la misma posición en el relieve que la Familia Carolina, se suceden suelos de textura más gruesa, de colores claros, apoyados sobre el mismo material; con el horizonte superficial más engrosado (más de 50 centímetros).
Son de baja fertilidad; los valores en nitrógeno no llegan a 0,1 %, por ende la materia orgánica varía entre 0,5 y 1,2 %, con una capacidad de intercambio que no sobrepasa los 5 m.e./100 gramos, en el manto superficial.
Es también uno de los suelos más utilizados en agricultura, con poco éxito, debido a sus condiciones físico-químicas deficientes.
5.3.7.- Familia Ocá (Acualfes)
Suelos que se ubican en las pendientes largas que bajan hacia los ríos y cañadas, ubicados lateralmente, en una suerte de platea de las terrazas; se hallan sujetos a condiciones de drenaje lateral y aporte de bases y sales solubles; en estas condiciones, se han formado suelos sódicos con un típico horizonte nátrico (Natracualfes), denominados “blanquizales”.
Los altos valores de sodio en el complejo de cambio (mayor que 15) y, por ende, el elevado pH (mayor que 8), hace impracticable su uso en agricultura, por lo menos para los cultivos de la región.
5.3.8.- Familia Iberá (diversos Ordenes)
La región Occidental incluye una extensa área que conforma una gran fosa o zona deprimida, de contorno elíptico. Predomina en ella un ambiente lacunar-palustre en las áreas de lagunas y esteros.
En los sectores oeste y norte de su periferia, aparecen materiales de granulometría gruesa en forma de cordones arenosos (Familias Chavarría y Yataity Calle).
Su borde oriental está compuesto de materiales más antiguos, con suelos rojos lateríticos (Ultisoles) en su extremo nordeste, los que luego se diluyen en mantos arenosos profundos, generando suelos poco evolucionados (Entisoles).
En el extemo sur de su periferia, aparecen suelos oscuros, arcillosos a francos (Vertisoles y Molisoles). Su área interna está ocupada por los denominados “embalsados”, que no son otra cosa que suelos orgánicos de hasta 1,2 metros de espesor, a veces suspendidos sobre mantos de agua y formados por tejidos vegetales, semidescompuestos (Histosoles: Fibristes).
Algunos cordones arenosos, no muy extensos, se introducen en este ambiente, constituyéndose en asentamiento de establecimientos ganaderos relativamente precarios (Escobar et al, 1982).
5.3.9.- Familia Santa Lucía (diversos Ordenes)
Corresponde a aquellas áreas ocupadas por el cauce el río Santa Lucía y su valle aluvial, cuyos suelos se asocian a las Familias que atraviesa en su trayecto, constituyendo complejos de suelos, en los que se hace difícil individualizar sus componentes.
5.3.10.- Familia Paraná (diversos Ordenes)
Situaciones similares a la mencionada precedentemente ocurren en los sectores del valle aluvial y terrazas recientes del río Paraná, la que en algunas zonas toma superficies considerables: una, entre las localidades de Empedrado y Bel1a Vista, y, otra, desde Goya hasta el límite con Entre Ríos.
Localmente se las conoce con el nombre de “carrizal” y guarda alguna similitud con embalsado. Los suelos que cubren este ambiente son jóvenes, poco evolucionados y fuertemente influenciados por las crecientes del río (Entisoles, Histosoles y Molisoles).
5.4.- REGION ORIENTAL
Constituye básicamente una gran planicie de erosión elaborada sobre un firme basamento de rocas eruptivas básicas y areniscas cuarzosas, en parte intercaladas con basaltos, ambas de edad Jurásico superior.
5.4.1.- Familia Timbauva (diversos Ordenes)
La porción septentrional, que toma el Departamento Santo Tomé y parte nordeste del de Ituzaingó, no es más que la continuación del paisaje misionero, topográficamente entre las cotas 80 y 160 m.s.n.m. -o más, en partes-, cubierto por suelos latosólicos (Ultisoles y posiblemente Oxisoles), que han sufrido una fuerte meteorización, de colores rojo intenso y dominancia de arcillas del tipo 1:1 (caolinitas) de comportamiento estable.
Dentro de este paisaje, aparecen también suelos menos evolucionados, asentados directamente sobre roca (Inceptisoles), y otros desarrollados sobre areniscas, más cuarzosos y profundos (Entisoles); en los valles, entre las lomas, aparecen suelos de color negro y de textura media, con hidromorfismo acentuado, con dominancia de arcillas intermedias (illíticas) (Molisoles).
En general, son suelos de mediana fertilidad. Poseen tenores relativamente altos de materia orgánica (2 a 4 %), baja capacidad de intercambio catiónico (8 a 15 m.e./100 gramos) y también baja saturación de bases, generalmente menos del 35 % en el B-textural. Son de reacción ácida a extremadamente ácida (pH 5,5 a 4).
Aptos para todo tipo de agricultura, pero muy susceptibles a erosionarse.
5.4.2.- Familia Perugorría (diversos Ordenes)
En la porción meridional oriental, aproximadamente entre los ríos Corriente y Miriñay, en sitios entre cotas 60 y 80 metros, se extiende un área contrastante con las anteriores, por su relieve de colinas cupuliformes escalonadas, con gradientes de pendiente pronunciadas, surcada por una densa red de drenaje de tipo dendrítico.
En sus partes más altas, contiene suelos planosólicos, con características “véricas”, con horizonte A delgado, franco arenoso, sobre un potente B-textural bien estructurado, con drenaje imperfecto.
En los planos intermedios o laderas, se desarrollan suelos oscuros, de textura muy fina, con típico relieve “gilvay”, aspecto general que semeja antiguos surcos de arado, producto del efecto de la acción de expansión y contracción de arcillas muy activas (montmorillonitas), propia de los vertisoles (Pelludertes).
En lugares sumamente ondulados, cercanos a cursos de agua, se disponen suelos brumizénicos, de textura media (Molisoles).
También se hallan presentes suelos aluvionales y suelos entisólicos sobre arcilla gleizada en los valles más o menos amplios.
Suelos con relativamente alto contenido de materia orgánica (2 al 4 %), valores elevados de capacidad de intercambio (25 a 40 m.e/100 gramos), aunque es notoria la deficiencia en nitrógeno y fósforo.
5.4.3.- Familia Itapúa (diversos Ordenes)
Aproximadamente en el centro de este sector, se destaca una zona respectivamente más elevada -entre cotas 80 y 100 metros-, con relieve más llano o suavemente ondulado y abundantes afloramientos rocosos de arenisca y basaltos, haciendo eje entre las ciudades de Mercedes y Curuzú Cuatiá.
Aquí se ubican suelos relativamente inmaduros, someros (Inceptisoles), dependiendo su desarrollo de la roca originaria, estando asociados a los diferentes Ordenes ya mencionados en la Familia Perugorría.
Las areniscas generan suelos de color oscuro, de aspecto mullido, más bien pobre. En cambio, el suelo de origen basáltico es de color negro intenso, relativamente pesado y rico.
5.4.4.- Familia Malezales (Acualfes)
La porción intermedia, que abarca los Departamentos de Alvear, San Martín, Paso de los Libres y parte de los de Mercedes y Santo Tomé, es otra vasta llanura sedimentaria, de relieve casi plano, cuya mayor parte está compuesta por suelos hidromórficos, bajo condiciones de drenaje insuficiente, alternando con cañadas, bañados y escasas alturas, de la Familia Tres Cerros.
En general son suelos planosólicos (Alfisoles); no obstante, se pueden encontrar inclusiones de otras Familias, tales como Timbauva, al Nordeste; Perugorría, al Este; y Paso de los Libres, al Sudeste. Los suelos de esta Familia ya fueron descriptas más arriba.
5.4.5.- Familia Tres Cerros (diversos Ordenes)
Localizada aproximadamente en el centro de una zona muy uniforme y plana (Familia Malezales), donde aparece abruptamente, como un dorso, una sucesión de cúpulas y afloramientos pétreos, orientados de Este a Oeste, a manera de puente, entre los ríos Aguapey y Miriñay. Alcanza alturas próximas a 190 metros, en el cerro Nazareno.
En este ambiente dominan los suelos someros e incipientes y pueden considerarse con características intermedias entre los Inceptisoles, de la Familia Itapúa, y los de la Familia Timbauva (Ultisoles), para aquéllos con más desarrollo.
Por otra parte, están asociados con la Familia Malezales, que la rodea.
5.4.6.- Familia Colonia Libertador (Udoles)
Pequeña área ubicada en el extremo sur, donde se halla la Colonia oficial que le dio su nombre (hoy Municipio Pueblo Libertador). Está constituida, fundamentalmente, por mezclas de sedimentos del sistema iberano, con aportes del arroyo Barrancas y del río Guayquiraró.
El suelo está compuesto por un manto de color oscuro y textura media, de alrededor de 35 centímetros de espesor, con un subsuelo bien estructurado, que presenta abundantes concreciones de carbonato de calcio.
Son relativamente fértiles, con buen contenido de materia orgánica (2,5 a 4 %) y nitrógeno (0,25 %), con buena capacidad de intercambio de bases (17 m.e./100 gramos) en superficie, elevándose este valor a 25 en el B-textural.
Muy utilizados en agricultura, especialmente para el cultivo del algodón; en áreas bajas, afectadas por exceso de agua, con el cultivo de arroz.
5.4.7.- Familia Paso de los Libres (diversos Ordenes)
En la margen del río Uruguay se forma una serie de terrazas, compuestas por diversos tipos de suelos, desde poco desarrollados, sobre cantos rodados (Inceptisoles) y arenosos profundos (Entisoles), hasta bien desarrollados (Ultisoles); aquéllos, oscuros del valle aluvial (Molisoles) y pardo-amarillentos en las planicies (Alfisoles).
Es otra de las Familias intensamente utilizada en agricultura, citricultura, horticultura, forestación, inclusive el arroz en los planos bajos.
CUADRO ESTRATIGRAFICO GENERAL
UNIDADES RECONOCIDAS CARACTERES LITOLOGICOS GENERALES Datación radimétrica (INGEIS) 148 +/- 10 m.a. 148 +/- 5 m.a. 153 +/- 5 m.a. Sedimentitas en parte intercaladas, en parte superiores (?) a la Formación Serra Geral
EDAD
DATACION
FORMACION YUPOI
Areniscas muy pelíticas y pelitas muy arenosas. Coloraciones grisáceas, verdosas, rosadas y castaño. Poco calcáreas en general. Los minerales de la fracción arena, corresponden en un 95 % a cuarzo. Las arcillas de los afloramientos del sector occidental, corresponden montmorillonitas e illita principalmente; en el sector oriental predomina la montmorillonita.
LUJANENSE
Datado por fauna de mamíferos
FORMACION TOROPI
Areniscas muy pelíticas a pelitas. Coloraciones grisáceas a verdosas. Los minerales de la fracción arena son semejantes a la Formación Yupoi. Entre los minerales de arcillas predominan localmente la montmorillonita o la illita.
ENSENADENSE
Datado por fauna de mamíferos
FORMACION ITUZAINGO
Arenas y areniscas amarillentas, rosadas, rojizas y ocráceas. Con intercalaciones de pelitas grisáceas y de gravillas; en partes con abundantes óxidos férricos, y la fracción arena es, en su casi totalidad, cuarzosa (99 %), en tanto que los minerales de arcillas de las intercalaciones corresponden principalmente, a caolinita. Presenta abundante estratificación entrecruzada.
PLIOCENO SUPERIOR (?)
Sin datación segura; puede llegar a Cuaternario inferior
FORMACION PARANA
Areniscas blanquecinas y amarillentas generalmente friables, y arcilitas verdes, ambas en alternancia irregular. Fracción arena con clastos dominantes de cuarzo; la arcilla dominante es montmorillonita con illita subordinada y escasa caolinita
MIOCENO SUPERIOR
Datado por fauna de microfósiles marinos
FORMACION FRAY BENTOS
Limolitas arenosas, algo arcillosas, de color rosado a castaño claro. Muy calcáreas. La fracción arena presenta cuarzo (70 %) y feldespatos potásicos. Escasos granos de plagioclasa (tipo andesina) y trizas de vidrio volcánico ácido. Entre los minerales de arcilla, predomina o es casi exclusiva la montmorillonita.
OLIGOCENO INFERIOR-MEDIO
Datado por fauna de mamíferos
FORMACION PAY UBRE
Areniscas calcáreas y calcáreos arenosos, en parte conglomerados, muy consolidados, blanquecinos a rosados, frencuentemente silicificados.
CRETACICO SUPERIOR
Probablemente equivalente a la Formación Mercedes, de Uruguay
FORMACION YERUA
Areniscas gruesas y medianas, en parte conglomerados, de color rojizo a blanquecino. Cemento frecuentemente calcáreo, a veces óxidos de hierro y, a veces, silicificados.
CRETACICO SUPERIOR
Probablemente equivalente a la Formación Guichón, de Uruguay
FORMACION SERRA GERAL(*)
Basaltos augíticos, de coloraciones grises y rojizas, de texturas diversas. La plagioclasa oscila entre andesina cálcica a labradorita ácida; a veces con cristales de olivina alterados. Amígdalas rellenas con diversos materiales.
JURASICO SUPERIOR
FORMACION SOLARI(*)
Areniscas cuarzosas, finas a medianas, bien seleccionadas, rosadas a rojas; a veces silicificadas, hasta verdaderas cuarcitas. La arcilla presente es dominantemente caolinita.
JURASICO SUPERIOR A CRETACICO INFERIOR (?)
(*) GRUPO SOLARI-SERRA GERAL
Nota
(*) Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) - (Estación Experimental El Sombrerito) - Provincia de Corrientes.