Municipio Curuzú Cuatiá
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Curuzú Cuatiá
por Antonio Emilio Castello(*)
La Ciudad de Curuzú Cuatiá es cabecera del Departamento mismo nombre y su fundación ha dado lugar a diferentes posturas entre los historiadores correntinos, sosteniendo la posición contraria -a que ella fue llevada a cabo por Manuel Belgrano- el historiador Federico Palma.
En las últimas décadas del siglo XVIII, el paraje ya estaba poblado por un gran número de vecinos provenientes de San Roque y Corrientes.
El nombre del lugar significaba “cruz escrita” o “cruz de papel” y la razón de este topónimo hay que buscarla en el Oficio del Cabildo de Yapeyú, del 11 de Febrero de 1792, en el que, al referirse a su límite jurisdiccional, expresaba que comenzaba “desde el paraje, llamado Curuzú Cuatiá, que era una Cruz grande con letras, que el tiempo y las quemazones la han deborrado, aunque en el año 1781 aún había vestigios”.
Y desde aquí se irá transcribiendo los argumentos de Federico Palma:
“Hacia 1875 fueron colocados nuevos letreros por Vicente Tarará, del Cabildo de Yapeyú, en la cuchilla Siete Arboles, en campo de Juan Antonio Insaurralde. El Cabildo correntino comenzó a designar jueces comisionarios en 1792 (...)
“Por esos años finiseculares, un grupo de vecinos decidió levantar una capilla que, puesta bajo la advocación de Nuestra Señora del Pilar, quedó terminada y ornamentada a principios de 1799.
“El 8 de Marzo de ese año, el entonces juez comisionario José Zambrana, solicitó al virrey Avilés autorización para fundar el pueblo junto a la capilla (...). El virrey Avilés, por Auto del 18 de Abril de 1799, dispuso la fundación del pueblo, facultando a Zambrana ‘para que delinee, arregle y establezca dicha población’(...).
“Zambrana delineó plaza y calles y entregó solares. Ese mismo año se estableció un estanco de la Real Renta de Tabacos. Según se lee en documentos, ‘la plaza y pueblo del Pilar de Curuzú Cuatiá’ estuvo en 1800, interinamente, bajo la jurisdicción de Yapeyú.
“La capilla, habilitada en 1801, disponía de un sacerdote en forma permanente desde 1803, cargo que ejerció el presbítero Manuel Antonio Maciel. El obispo Lué y Riega estuvo en el pueblo, en visita pastoral, en 1805, año en que entró en el servicio de la iglesia, fray Antonio Vareta.
“En 1810, de paso para el Paraguay, el general Manuel Belgrano reorganizó el pueblo”.
Hasta aquí lo que dice Palma y, a su vez, Manuel Florencio Mantilla expresa, refiriéndose a Belgrano:
“Tanto de ida como de regreso, cruzó el territorio, sin haber dejado en él más recuerdo de su paso que el Auto determinativo de los límites del Departamento de Curuzú Cuatiá y la nueva planta del pueblo del mismo nombre”.
De acuerdo a lo que expresa Mantilla, tampoco hubo fundación por parte del general Belgrano. De la transcripción del Auto de éste, datado en Curuzú Cuatiá, el 16 de Noviembre de 1810, también parece refirmarse lo anterior:
“Atendiendo a los muy distinguidos méritos y servicios que han contraído los vecinos de esta jurisdicción, en las varias ocasiones que han sido ocupados a beneficio de la causa pública y el Estado (...), he venido en quitar los obstáculos que se oponían a la formación, adelantamiento y progreso de este pueblo”.
Da como existente ya un pueblo al que él, lo que hace, es reordenar y fijar expresamente los límites de su jurisdicción.
Encomendó la delineación de la nueva planta del pueblo al piloto Domingo Bruguer, al que dio instrucciones precisas para ello y, después, dispuso que “luego que el pueblo tenga 400 vecinos, podrá ya llamarse Villa y tener Ayuntamiento y, llegando a 1.000 vecinos, podrá obtener el título de ciudad”.
La polémica quedó planteada, pero los curuzucuateños se sienten orgullosos de que su ciudad haya sido fundada por el general Manuel Belgrano, el 16 de Noviembre de 1810.
El 9 de Octubre de 1852 obtuvo el rango de villa, y el 25 de Septiembre de 1888, el de ciudad.
Nota
(*) Material extraído del libro “Historia ilustrada de la Provincia de Corrientes”, de Antonio Emilio Castello - edición de 1999.