CLIMA
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Los tres aspectos fundamentales de la atmósfera, son: temperatura atmosférica, presión atmosférica y humedad atmosférica.
Pero he aquí que ni la temperatura, ni la presión, ni la humedad, actúan con independencia unas de otras, sino que tienen relaciones tan estrechas que ninguna de ellas puede existir sin las otras.
La mayor o menor presión atmosférica, por ejemplo, es consecuencia de la baja o alta temperatura, y los vientos, derivados de presiones distintas son, juntamente con las nubes, causas inmediatas de lluvias.
El conjunto de fenómenos meteorológicos, así relacionados, que caracterizan la atmósfera de una determinada región, recibe el nombre de clima.
Clima es el conjunto de fenómenos meteorológicos que caracterizan el estado medio de la atmósfera en un punto de la superficie terrestre (1).
FACTORES MODIFICADORES DEL CLIMA
Estando la distribución de la temperatura, de la presión y de la humedad atmosférica modificada por la presencia de factores de distinta naturaleza (latitud, altitud, etc.), lógico es pensar que el clima también recibe la influencia de esos factores modificadores.
El conjunto de factores que impide una distribución uniforme de los climas, recibe el nombre de factores modificadores del clima (latitud, altitud, relieve, repartición de las tierras y las aguas, proximidad al mar, corrientes marinas, vientos, etc.).
CLASIFICACION DE LOS CLIMAS
Distintas y variadas son las clasificaciones de los climas que se conocen.
Para nuestros fines se ha adoptado la siguiente:
- Climas cálidos
* Ecuatorial.
* Subecuatorial.
* Tropical.
- Climas monzónicos
* Marítimo.
* Continental.
* Continental-monzónico.
- Climas desérticos
* Desértico-cálido.
* Desértico-frío.
- Climas subtropicales
* Con estación seca.
* Sin estación seca.
- Climas templados
* Oceánico.
* Continental.
* De transición.
- Climas fríos
* Oceánico.
* Continental.
* Artico.
CLIMAS CALIDOS
Las regiones de la Tierra sometidas a este tipo de clima se caracterizan por sus temperaturas elevadas, precipitaciones abundantes, presiones relativamente bajas y humedad excesiva.
La concurrencia simultánea de estos factores se traduce en una vegetación exuberante y una población animal importante, especialmente de animales trepadores, reptiles, pájaros e insectos.
No puede decirse lo mismo del establecimiento humano, ya que las temperaturas sofocantes y las constantes precipitaciones no permiten al hombre desenvolver libremente su actividad.
El clima enervante lo adormece, lo torna perezoso e inactivo.
CLASIFICACION DE LOS CLIMAS CALIDOS
Si bien es cierto que dentro de tan amplio dominio se señalan, en forma más o menos nítidas, los caracteres indicados antes, existen ciertas diferencias que permiten establecer la presencia de subtipos dentro del tipo de clima cálido.
Estos subtipos son: ecuatorial, subecuatorial y tropical.
Subtipo ecuatorial
- Temperaturas constantes durante todo el año; pequeña variación anual.
- Lluvias igualmente constantes, con dos máximos.
- Elevado porcentaje de humedad.
Subtipos subecuatorial y tropical
- Temperatura media anual más o menos constante (superior a 20°0 C).
- Mayor variación anual a mayor distancia del ecuador (no superior a 5°0 ).
- Precipitaciones menos abundantes, con una estación húmeda muy marcada y otra estación seca, también bien definida (2).
DOMINIO DE LOS CLIMAS CALIDOS
El dominio de los climas cálidos es singularmente extenso:
- América: prácticamente desde el trópico de Cáncer (Norte) hasta el trópico de Capricornio (Sur) incluyendo las Antillas.
- Africa: región central del continente y, como en América, extendiéndose hacia el Norte y el Sur a partir de la línea ecuatorial hasta las proximidades de los trópicos de Cáncer y Capricornio, respectivamente. Madagascar.
- Asia: Malaca e Insulindia.
- Oceanía: Nueva Guinea y Norte de Australia.
CLIMAS MONZONICOS
Las regiones que responden a estos tipos de climas se hallan situadas casi íntegramente en el continente asiático y sometidas a la influencia de los vientos monzones, cuyo régimen nos es conocido.
El régimen de los vientos monzones permite establecer:
- Una estación cálida y lluviosa.
- Una estación fría y seca.
Se destacan tres subtipos de climas monzónicos: marítimo, continental y continental-monzónico.
DOMINIO DE LOS CLIMAS MONZONICOS
- Africa: península de Somalia.
- Asia: sur de la península arábiga, península índica e Indochina, China central, Manchuria, Corea del Norte, Taiwán, Filipinas y Borneo.
CLIMAS DESERTICOS
Ofrecen dos subtipos: desértico-cálido y desértico-frío.
En ambos, las lluvias son escasas y, como consecuencia, la flora y la fauna muy reducidas. Los cultivos se desarrollan penosamente y el hombre, en pequeño número, sostiene una lucha permanente contra los elementos.
DOMINIO DE LOS CLIMAS DESERTICOS
Los climas desérticos se hallan:
- América: ángulo SO de Estados Unidos; NO de México; costa pacífica del Perú y Chile; Patagonia.
- Africa: Sahara y desierto de Kalahari.
- Asia: península arábiga; Asia central.
- Oceanía: centro de Australia.
CLIMAS SUBTROPICALES
Estos tipos de climas constituyen una transición entre los climas cálidos y los templados.
Se caracterizan por sus veranos calientes y secos y sus inviernos tibios y lluviosos.
Las precipitaciones permiten dividir este dominio en: subtropical con estación seca y subtropical sin estación seca.
DOMINIO DE LOS CLIMAS SUBTROPICALES
Los climas subtropicales se hallan:
- América: costa de California y costa chilena; región del golfo de México; región desde el Río de la Plata hasta más allá del trópico de Capricornio.
- Africa: región del NO y Sur.
- Asia: región del Mediterráneo. Mesopotamia y costa del mar Rojo; región del Himalaya y China central.
- Europa: región del Mediterráneo.
- Oceanía: Este y SO de Australia.
CLIMAS TEMPLADOS
Estos tipos de climas, que determinan las regiones más privilegiadas del planeta, tienen las siguientes características: los calores no son excesivos y los fríos, si bien intensos, son soportables.
La humedad atmosférica es tal que el hombre puede desenvolver libremente su actividad sin las ataduras impuestas, ya sea por el clima enervante de los trópicos o el frío glacial de las tierras polares.
Las cuatros estaciones se suceden con transición gradual, permitiendo a la vegetación crecer, fructificar y reposar en fases biológicas marcadas que corren paralelas con las cuatro estaciones del año.
Emancipado de la lucha contra los elementos, el hombre de las regiones de clima templado dispone de más tiempo para consagrarlo a otras actividades de orden espiritual.
Los climas templados se presentan en tres subtipos: oceánico, continental y de transición.
DOMINIO DE LOS CLIMAS TEMPLADOS
Estos climas se hallan:
- América: costa pacífica de Estados Unidos y Chile; este y centro de Estados Unidos y sur de Canadá; mesetas andinas. Centro de la República Argentina.
- Africa: región del SE.
- Asia: Japón y Corea del Sur.
- Europa: centro y oeste del continente.
- Oceanía: Nueva Zelandia y Tasmania; SE de Australia.
CLIMAS FRIOS
Ocupan una dilatada región de la superficie terrestre.
Comprenden tres subtipos: oceánico, continental y ártico.
DOMINIO DE LOS CLIMAS FRIOS
Se hallan representados de la siguiente manera:
- Oceánico: en América: sur de Chile y República Argentina; costa pacífica de Canadá y Alaska.
- Continental: en América: centro de Canadá; en Europa: Suecia, Finlandia y Rusia; en Asia: Rusia.
- Artico: en América: norte de Canadá; en Europa y Asia: norte de los continentes; Antártida.
IMPORTANCIA DEL CLIMA
* El clima lo preside todo: el crecimiento de las plantas, la supervivencia de los animales, la actividad del hombre.
Le determina a cada vegetal y a cada animal su verdadero dominio geográfico.
Donde la vegetación crece lujuriosa, allí está el clima derramando, pródigo, las lluvias, la temperatura, como está en las regiones áridas desprovistas de pastos y de gramíneas.
* Determina el dominio geográfico de los animales y está, tanto en aquéllos que cubren su piel como en aquéllos otros que trepan, saltan o corren.
* El hombre, sin estar sujeto al clima como el vegetal o el animal, dispone de recursos para superar ciertas imposiciones. Y así, se expande victorioso sobre el planeta: si vive en regiones cálidas, viste ropas frescas, refrigera sus ambientes; si vive en zonas frías, lleva ropas abrigadas y caldea sus habitaciones.
* Pero a su vez, cómo impone el clima su ley inflexible: mientras en las zonas templadas el hombre se apretuja en ciudades millonarias, en los desiertos, cálidos o fríos, su número es tan reducido que apenas si se lo encuentra.
En la primera, halla su verdadero dominio geográfico, de la misma manera que lo halla una planta o un animal del bosque. Está cómodo y vive, trabaja, crea...
El calor de los trópicos lo adormece y debilita progresivamente su organismo, que se convierte en fácil presa de las enfermedades. Con verdadera dificultad elimina
el calor de su cuerpo, ya que sus tejidos efectúan una combustión muy lenta.
En cambio, los hombres de las regiones templadas se ven impelidos a una actividad creciente, en virtud del mejor trabajo que realizan sus tejidos. Resisten mejor las infecciones, son más activos y alegres.
Pero el clima está también en el pasado con la misma pujanza con que se manifiesta en el presente.
En otras épocas hubo diferentes condiciones climáticas: favorables unas, desfavorables otras. Ambas con sus efectos económicos: buenos o malos. Los primeros llevaron a países al apogeo; los segundos, a disturbios políticos y a migraciones.
Allí están para corroborarlo, en América, Africa, Asia, las ruinas de antiquísimas ciudades que supieron de mejores condiciones de climas; cursos de agua, hoy secos por completo, campos rodeados de muros, hoy abandonados, canales derruidos, restos de puentes, manantiales desecados y largas avenidas invadidas por arenas, dicen de un viejo esplendor ido para siempre.
* Y hoy, como ayer, el clima determina al hombre y sus géneros de vida; por él es sedentario o nómada. Si es sedentario, se aferra a la tierra, es agricultor por excelencia. Y el suelo generoso lo nutre y le da vida.
Si es nómada, con la misma actitud repetida desde cientos y cientos de años, recoge su tienda, acondiciona sus enseres y, guiando a los animales que son toda
su riqueza, abandona las tierras que ya nada pueden ofrecerle, en busca de otras más pródigas, menos negadas.
* Pesca en los ríos cuyas aguas las lluvias producen; caza en el bosque cuya existencia el clima ha dictado en forma concluyente, rotura la tierra y apacienta ganados, condicionado ello al clima, como le dicta la vestimenta que usa: pieles en las tierras frías, esparto, cáñamo, en los trópicos.
* Y la vivienda: de hielo, de tronco, de piedra. Los adornos, los alimentos, las costumbres. La civilización, en suma, le pertenece...
Notas
(1) Las influencias del clima son reales y perfectamente distinguibles. Ellas afectan el crecimiento del hombre, la rapidez de su desarrollo, la resistencia a las infecciones, la fertilidad de la mente y del cuerpo y el monto de energía utilizable para el pensamiento y la acción. El calor de los trópicos adormece a las gentes en su complacencia pasiva y les mina su vitalidad; los habitantes de regiones de clima más fríos se inclinan a una actividad mucho mayor, infatigable, pues las condiciones materiales permiten a sus tejidos una combustión más intensa.
Lo mismo que un dios en su cielo, un poder más potente que cualquiera otro preside el destino de la Tierra y del hombre. Engendra fuerzas que moldean la tierra y determinan la cantidad, calidad y fertilidad de los suelos. Ordena la vida de plantas y animales. Controla las migraciones, la salud y la energía, los trabajos y los juegos, hasta los alimentos y las ropas de los seres humanos. De los polos al ecuador, de las montañas al mar, inanimados y animados deben inclinarse ante los decretos de este dios cuyo nombre es clima.
(2) El habitante de la zona tropical se parece al hombre nacido en la opulencia que no siente la necesidad de trabajar, y el habitante de la zona polar al propietario que carece de toda oportunidad para aplicar su laboriosidad, por no encontrar tierras laborables que valgan el derramamiento de su sudor. En cambio, el habitante de la zona media se asemeja a la clase media que, sin trabajo, se siente desdichada y miserable, y que mediante el trabajo suele satisfacer necesidades nuevas y siempre crecientes.