El tratamiento de la Intervención en el Senado Nacional
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La demora en ejecutar la Intervención Federal a Corrientes por parte del P. E. N. permitió al Senado Nacional considerar en sus sesiones del mes de Septiembre, el proyecto de ley de Intervención venido de Diputados con media sanción(1).
(1) “Diario de Sesiones”, Honorable Cámara de Senadores de la Nación. Actas del día 5 al 17de Septiembre de 1929. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Benjamín S. González al doctor Pedro Numa Soto. 1925-1935)” (1999). Ed. Dunken, Buenos Aires.
La comisión respectiva aconsejaba -en dictamen de mayoría- el rechazo del proyecto, ya que no mediaba ninguna de las causales invocadas o, en su caso, ya estaban a la fecha resueltas, o bien, eran privativas de los poderes públicos locales.
El miembro informante de la comisión, doctor Etchevehere, hizo un profundo análisis de los fundamentos del proyecto, demostrando la inexistencia de éstos, salvo la situación del Senado que imposibilitaba el funcionamiento normal de la Legislatura pero que -a criterio de la comisión- este problema debía resolverse con medidas compulsivas de la minoría del propio cuerpo(2).
(2) Cuatro senadores habían renunciado, mientras permanecían en el cuerpo otros cuatro; los cinco restantes habían sido electos en los últimos comicios y no podían incorporarse por falta de quorum. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Benjamín S. González al doctor Pedro Numa Soto. 1925-1935)” (1999). Ed. Dunken, Buenos Aires.
En el criterio de la comisión, ninguna de las causas -ni todas juntas- tenían base formal para allanar la autonomía de una provincia y menos para declarar la caducidad de todos sus poderes.
Correspondió al senador Pérez Virasoro (partido liberal) insistir en los ya conocidos argumentos acerca de la procedencia de la Intervención Federal, siendo en general rebatidos por Etchevehere, quien insistía en señalar que todas las denuncias del anterior debían ser resueltas en la órbita de los poderes locales.
La réplica a los argumentos intervencionistas estuvo a cargo del senador Juan Ramón Vidal, quien reclamaba de su par que no se empequeñeciera el debate llevándolo al terreno de lo personal ni haciendo manifestaciones que nada tenían que ver con la forma republicana de gobierno.
Las discusiones se ampliaron con las intervenciones de los senadores radicales Antille y Del Valle, en un muy animado intercambio de razones jurídicas y políticas por ambas partes, a las que puso fin la lucida intervención del senador Torello.
El proyecto de Intervención fue rechazado por 16 votos contra 6 a favor.
- Propaganda desquiciante y hechos preocupantes
En el decreto de Intervención, que el Senado indirectamente rechazaba al no dar curso al proyecto de ley en igual sentido y con similares fundamentos, se presentaba a la provincia de Corrientes como inmersa en un estado caótico, catastrófico y desquiciado, con la vida y seguridad de sus habitantes en manos del bandolerismo, lo cual era realmente exagerado bajo la influencia de las pasiones políticas que conmovían la hora.
Estas mismas pasiones alentaban también a los sectores de oposición en el orden nacional, que iniciaban una activa campaña contra el presidente de la Nación y su Gobierno, al que caracterizaban por una marcada parálisis de la actividad administrativa y la postergación de los problemas pendientes, “generados por un afán absorbente de resolverlo todo por si mismo”, con sus facultades mentales y capacidad de acción debilitados, apareciendo el Gobierno más preocupado en la tarea de desmontar situaciones provinciales con propósitos de mera dominación política(3), como en los casos de las provincias de Mendoza, San Juan, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes, que en dar soluciones concretas a los problemas pendientes.
(3) Ernesto Palacio. “Historia de la Argentina” (1954), p. 615. Ed. Alpe, Buenos Aires. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Benjamín S. González al doctor Pedro Numa Soto. 1925-1935)” (1999). Ed. Dunken, Buenos Aires.
Las cesantías en masa de empleados de la Administración Central y de los organismos autárquicos y descentralizados, va a ser otro factor de intranquilidad y zozobra, ya que estas medidas no se adoptaban por razón de la crisis económica mundial que ya se insinuaba, sino para reemplazar a los cesantes por nuevos empleados “correligionarios de la causa”, las más de las veces sin tener en cuenta su idoneidad(4).
(4) Antonio Emilio Castello. “Historia Contemporánea de los Argentinos” (1987), tomo I, p. 23. Editorial Abaco, Buenos Aires. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Benjamín S. González al doctor Pedro Numa Soto. 1925-1935)” (1999). Ed. Dunken, Buenos Aires.
La preocupación exclusivamente electoralista y la denuncia de casos de corrupción que llegaban hasta las propias antesalas de la presidencia, alarmaban a la opinión pública que veía aumentar los gastos públicos generando un déficit creciente e irrefrenable.
Algunos hechos delictivos, como el secuestro de concejales municipales conservadores de la Ciudad de Tres Arroyos o el asesinato del líder mendocino, Carlos Washington Lencinas, o el ataque a balazos a los dirigentes conservadores en la Ciudad de Lincoln, a los que se unían los excesos de un grupo de acción denominado “Klan Radical”, y las huelgas generales provocadas por la crítica situación económica, o el movimiento de obreros rurales de Santa Fe que determinó el envío de tropas nacionales para sofocarlo, iban generando un estado de preocupación ciudadana que se reflejaba en los principales diarios y en el ataque parlamentario -especialmente en el Senado- donde el oficialismo no contaba con la mayoría de que disfrutaban en la Cámara de Diputados de la Nación.
La actividad en el Congreso, más preocupada en los debates de corte político cuando no se adoptaba por el oficialismo una actitud obstruccionista, motivaba la constante lucha de los dirigentes opositores en busca de su funcionalidad, destacándose entre ellos el senador Vidal(5).
(5) Roberto Azaretto. “Historia de las Fuerzas Conservadoras” (1983), p. 73. Ed. Centro Editor de América Latina, Buenos Aires. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Benjamín S. González al doctor Pedro Numa Soto. 1925-1935)” (1999). Ed. Dunken, Buenos Aires.
Precisamente, la actitud obstruccionista en Diputados motivó que la minoría se resolviera a actuar compulsivamente para lograr quorum, requiriéndose el apoyo de los Gobiernos provinciales respecto de sus diputados nacionales remisos, requiriéndose el uso de la fuerza pública, a la que sólo respondieron favorablemente los Gobiernos de Corrientes y Entre Ríos(6).
(6) Diario “La Prensa”, (Buenos Aires), edición del 16 de Mayo de 1929. En Corrientes se ordenó la detención del diputado nacional doctor Adolfo Contte (partido liberal), la que no se hizo efectiva ante su palabra de honor de que concurriría a las sesiones como efectivamente lo hizo. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Benjamín S. González al doctor Pedro Numa Soto. 1925-1935)” (1999). Ed. Dunken, Buenos Aires.
“Un Nuevo Año Perdido”, titula el editorial de “La Prensa”, refiriéndose a la terminación del período ordinario del Congreso sin que la labor de las Cámaras arroje saldo favorable alguno(7).
(7) Diario “La Prensa”, (Buenos Aires), edición del 1 de Septiembre de 1929. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Benjamín S. González al doctor Pedro Numa Soto. 1925-1935)” (1999). Ed. Dunken, Buenos Aires.
- El Gobierno Provincial sigue su marcha
En el orden local, pese a todos los inconvenientes provocados por la incertidumbre acerca de la fecha en que sería ejecutada la Intervención Federal decretada, el gobernador continuaba con su afiebrada tarea de inaugurar obras mientras se producían algunos cambios en su elenco de colaboradores. Asumía como ministro de Hacienda, el autonomista Eugenio Laffont y, poco más adelante, el doctor Ercilio Rodríguez -de filiación liberal pactista- como ministro de Gobierno y Justicia.
No todo era bonanza en la provincia, ya que si bien estaba en vías de concreción el arreglo de la deuda externa, la Ciudad de Corrientes se veía conmovida por hechos inusuales hasta entonces, como lo fueron las huelgas del personal tranviario y la de los obreros de la fábrica de tanino de “Baranda, Koch y Roldán”, reprimidos por la autoridad policial, mientras que en la sureña localidad de Esquina era asesinado su comisario, aunque por razones puramente privadas, como pudo demostrarse después.
En la Ciudad de Goya se producían incidentes con los interventores municipales actuantes, entre ellos Elías Abad que, con el correr de los años, llegará a tener gravitación en la política correntina al frente del partido autonomista.
La Ciudad de Corrientes comenzaba a cambiar su fisonomía colonial con la construcción de nuevos edificios públicos y privados y el tendido del pavimento urbano, obras que perduran aún en nuestros días.
Una caracterizada visita dio lugar a animados comentarios: la del general Agustín Pedro Justo, ex ministro de Guerra en el Gobierno del doctor Marcelo Torcuato de Alvear, en viaje hacia las Cataratas del Iguazú, quien fue agasajado por las autoridades provinciales.
Tampoco dejó de señalarse la distinción que confirió al doctor Benjamín S. González la Liga Patriótica Argentina, de tanta influencia en la preparación de los sucesos insurreccionales que habrían de sobrevenir el año siguiente, al otorgarle una medalla de oro por su condición de gobernante honesto y sufrido y por su acción eficiente en el desarrollo de la cultura y el fomento de las obras públicas.
El tiempo fijado para las elecciones se acercaba sin que los partidos eligieran sus candidatos a electores de gobernador y vicegobernador. Los radicales personalistas y los liberales rupturistas, porque habían decretado la abstención; los partidos concurrencistas porque esperaban que en cualquier momento les caería la tan anunciada intervención, lo que provocaba el natural desaliento.
- Los partidos oficialistas eligen sus candidatos a gobernador
No podía, sin embargo, seguir esperándose más, pues no confrontar electoralmente era dar al Gobierno Nacional una causa realmente valedera para justificar la Intervención y, en consecuencia de ello, procedieron a reunir sus respectivas convenciones partidarias para elegir sus candidatos.
La convención del partido autonomista resolvió dar un voto de aplauso al doctor Juan Ramón Vidal por su actuación en el Senado en defensa de la autonomía de la provincia y, a la prensa nacional que elevó su voz contra la prepotencia oficial. Procedió luego a designar los candidatos a electores e integró una comisión para hacerse cargo de los trabajos electorales(8). El liberalismo acuerdista también designó a sus electores y renovó la Junta Ejecutiva del partido(9).
(8) Diario “La Prensa”, (Buenos Aires), ediciones del 10 y 14 de Noviembre de 1929. La comisión estaba integrada por Ricardo Márquez, Diomedes C. Rojas y Ramón M. Gómez, actuando como secretarios los de la Junta de Gobierno, doctores Julio H. Solano, Juan P. Danuzzo Amadey y Manuel R. Botello y, como tesorero, Carlos Laffont.
(9) Diario “La Prensa”, (Buenos Aires), edición del 12 de Noviembre de 1929. La Junta Ejecutiva quedó integrada por Luis Barberán, como presidente; Jorge Macfarquhar, como vicepresidente; Eduardo Díaz Colodrero, como tesorero; Manuel Díaz Colodrero, como secretario; y, como vocales, Alfredo Saenz Valiente, Adolfo Benito Sánchez, Hildebrando Gómez, Arturo Achinelli y Agustín Solari.
// Todo citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Benjamín S. González al doctor Pedro Numa Soto. 1925-1935)” (1999). Ed. Dunken, Buenos Aires.
El radicalismo antipersonalista -por su parte- eligió sus candidatos y realizó una asamblea popular para protestar por el atentado de que fue víctima el doctor Lencinas, en Mendoza, hablando en la ocasión el diputado, doctor Justo Díaz de Vivar, el doctor José Antonio González, el diputado Pericles Gómez y Eduardo Goitia y Juan C. Andino Ygarzábal. Para los trabajos electorales designó también una Junta(10).
(10) Diario “La Prensa”, (Buenos Aires), ediciones del 12 y 16 de Noviembre de 1929. Integraron la Junta los doctores Justo Díaz de Vivar, Pedro Numa Soto, Miguel Sussini, José Antonio González, Pericles Gómez, Alcibíades Devoto Acosta, Urbano Mora y Araujo y Amaro Cundom. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Benjamín S. González al doctor Pedro Numa Soto. 1925-1935)” (1999). Ed. Dunken, Buenos Aires.
En el orden nacional se iniciaba la reorganización del radicalismo antipersonalista, invitándose al ex presidente Marcelo Torcuato de Alvear a ponerse al frente del movimiento; y, por su parte, los partidos de la derecha, en el Congreso, propendían a la formación de un nuevo partido nacional(11) o bien constituir una concentración de fuerzas políticas opositoras, sobre la base de la candidatura a gobernador de la provincia de Buenos Aires del doctor Enrique Santamarina.
(11) Diario “La Prensa”, (Buenos Aires), edición del 7 de Junio de 1929. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Benjamín S. González al doctor Pedro Numa Soto. 1925-1935)” (1999). Ed. Dunken, Buenos Aires.
A ese efecto, se designó una comisión de dirigentes políticos nacionales con la misión de procurar el acercamiento y la concordancia de los diversos núcleos que actuaban en el escenario bonaerense, integrada por el doctor Ramón J. Cárcano y los senadores nacionales, doctores Luis Linares, Juan Ramón Vidal y Carlos Serrey(12), siendo sus primeros contactos con el presidente del Partido Conservador de Buenos Aires, doctor Enrique Santamarina, y con el presidente del Partido Provincial, Alberto Barceló(13).