El llamado a la tregua y la pacificación
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- La respuesta de la curia tras la crisis
Tras el mensaje del presidente Juan Domingo Perón, llamando a la conciliación del país e informando que "todo había terminado y que el estado de sitio impediría desmanes y reuniones públicas”, comenzó a desarrollarse un proceso tendiente al logro de una tregua y la consiguiente pacificación del país(1).
(1) Diario “La Nación”, (Buenos Aires), edición del 6 de Julio de 1955. Perón dijo que “las fuerzas políticas no participaron, en su condición de tales”, en los hechos desarrollados el 16 de Junio ppdo. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea (1949 - 1955). Ed. Moglia Ediciones, Corrientes.
El presidente había expresado, a los legisladores de su partido, que
“la revolución peronista había finalizado; que comenzaba ahora una nueva etapa, que era de carácter constitucional, sin revoluciones, porque el estado permanente de un país no puede ser la revolución; y, en consecuencia -dijo- dejo de ser el jefe de una revolución, para ser el presidente de todos los argentinos, amigos o adversarios”(2).
(2) Diarios “La Prensa” y “La Nación”, (ambos de Buenos Aires), ediciones del 16 de Julio de 1955. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea (1949 - 1955). Ed. Moglia Ediciones, Corrientes.
No cabe dudas de que había tardado demasiado para tomar esa determinación, ¡pero, ahora, resultaba tarde!
Se devolvió la curia a las autoridades eclesiásticas, pero sólo quedaban las paredes quemadas por el incendio, y también se levantó la clausura a los locales de la Acción Católica Argentina. Esta tregua distendió las relaciones con la Iglesia y relegó el conflicto a un segundo plano(3).
(3) Pedro Santos Martínez. “La nueva Argentina” (1976), pp. 227 y sigtes. (dos tomos). Ed. La Bastilla, Buenos Aires. Tomamos como base de nuestra información, los datos suministrados por este historiador, miembro de la Academia Nacional de la Historia, sin perjuicio de adicionar otros elementos de juicio, provenientes de distinto origen. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea (1949 - 1955). Ed. Moglia Ediciones, Corrientes.
El episcopado dio una declaración referida a la pacificación y a la situación de la Iglesia. Esta pastoral estaba lista para ser publicada en los primeros días de Junio de 1955, acerca de los episodios y medidas adoptadas con anterioridad, en las tristes circunstancias de notoriedad pública, que hicieron que aquélla no se diera a publicidad y se leyera, como es de práctica en tales casos, en todas las iglesias de la República.
Después se produjeron los episodios de dolorosa recordación, y al dar a la feligresía el documento entonces preparado, el episcopado ha tomado en consideración el llamamiento a la pacificación espiritual, lanzado al país por el Jefe del Estado. El documento está precedido por una introducción titulada: “Nuestra contribución a la paz de la Patria”, y dice así:
“Los sucesos del día 16 y los hechos consiguientes, aconsejaron diferir su publicación hasta que los acontecimientos decidan la oportunidad propicia para que ésta alcanzara las finalidades que tuvimos”.
Dice luego que el llamado a la pacificación no puede serles indiferente y, por el contrario, los obliga a dar su real y sincera colaboración para la paz común que depende de todos y cada uno de los argentinos y de todas y cada una de las instituciones que en nuestro país contribuyen al bien común.
Hace un análisis de todos los acontecimientos que fueron ocurriendo, que constituyeron una verdadera persecución contra la Iglesia Católica por parte de las autoridades nacionales, cuyos planes se realizaron sistemática e inexorablemente, siendo secundados, en todo el ámbito de la República, por las direcciones de ambas ramas del partido Peronista, las autoridades gremiales de la C. G. T. y demás autoridades de provincia.
Después de las acusaciones públicamente hechas contra el clero -sigue diciendo la declaración- y contra las organizaciones católicas de infiltraciones e interferencia en los movimientos gubernamentales y, especialmente en los sindicatos, y aún después de la concentración en el Luna Park, se aseguró en el ambiente nacional, y fuera del país por órganos responsables, que no existía conflicto alguno con la Iglesia por parte del Estado, señalando que "no había conflicto con la Iglesia, sino con tres o cuatro curas descarriados que andan por ahí”.
Las declaraciones hechas en el exterior dieron alguna tranquilidad, pero la asamblea en el Luna Park disipó tales esperanzas con sus discursos y reacciones manifestadas con gritos hostiles y amenazas abiertas y despectivas contra los sacerdotes y organizaciones católicas.
La realidad subsiguiente disipó enteramente la confianza respecto a las declaraciones oficiales, de que no había conflicto alguno entre la Iglesia y el Estado.
El documento enumera y analiza las medidas oficiales legislativas o reglamentarias que el episcopado juzga adversas a la Iglesia, entre ellas, la suspensión de la Inspección General y la Dirección General de Enseñanza Religiosa, la ley sobre reuniones públicas, que siguió a las dificultades opuestas al acto de clausura del Año Mariano Universal, la Ley de Divorcio Absoluto, el decreto sobre la Ley de Profilaxis, el que suprimió ciertas festividades religiosas, la ley derogando la enseñanza de la religión en las escuelas y colegios, la que suprimió la exención de impuestos, tasas y contribuciones a las instituciones religiosas, etc. y, luego, se refiere a que, en Mayo de 1955, la Cámara de Diputados votó la reforma constitucional para separar la Iglesia del Estado y, el 20 de ese mes el Senado la convirtió en ley(4).
(4) Diario “La Nación”, (Buenos Aires), edición del 14 de Julio de 1955. El documento expresaba que no se pretendía hacer cargos, ni recordar agravios, sino señalar, sin apasionamiento, los hechos y las injusticias que han lesionado un orden fundado sobre el derecho natural y sobre leyes positivas legítimas. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea (1949 - 1955). Ed. Moglia Ediciones, Corrientes.
- El llamado a la tregua y la pacificación de los partidos políticos. El radicalismo
Al permitirse a los partidos políticos el empleo de las radios, la Unión Cívica Radical fue el primero que hizo empleo de esta concesión. Habían solicitado que se les permitiera el uso de la Radio del Estado y la Cadena Nacional, pero el Ministerio de Comunicaciones no accedió a tales solicitudes, por lo que el presidente del partido, doctor Arturo Frondizi, recién pudo dirigirse al pueblo a fines de Julio, y por medio de L. R. 3 Radio Belgrano y una cadena privada de estaciones del Interior.
En su meduloso discurso, ratificó que no puede haber pacificación en el país si no se le devuelven, primeramente, todas sus libertades. Hizo importantes advertencias y expuso las condiciones que debía reunir la pacificación propuesta. Pero no solicitó la renuncia del Primer Magistrado, como se lo habían sugerido algunos de sus partidarios. Al general Perón no le agradó el discurso(5).
(5) Diario “La Nación”, (Buenos Aires), ediciones del 28 y 29 de Julio de 1955. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea (1949 - 1955). Ed. Moglia Ediciones, Corrientes.
El doctor Arturo Frondizi fue llamado a su despacho por el juez en lo Penal Especial, doctor Carlos Gentile y, al salir de la reunión, expresó que sólo había sido llamado porque el juez quería hablar con él respecto a los términos de su discurso pero que, de ninguna manera, había tomado disposición alguna sobre su libertad o procesamiento.
Cabe señalar que el radicalismo se hallaba dividido, en este momento, en diversas fracciones que, si bien coinciden en puntos fundamentales de la posición política, difieren, en algunos casos, en lo relativo a planteamientos doctrinarios o en las aspiraciones de programa(6).
(6) Diario “La Nación”, (Buenos Aires), ediciones del 12; 14; y 15 de Agosto de 1955. No obstante, todos los sectores coincidieron en la respuesta dada por el doctor Frondizi, ante la convocatoria a la pacificación. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea (1949 - 1955). Ed. Moglia Ediciones, Corrientes.
- Los conservadores
Frente a la convocatoria presidencial, el titular del Organismo partidario, doctor Felipe Yofre, se mantuvo en comunicación con los dirigentes del Interior, entre ellos Corrientes, invitándolos a reunirse para resolver la actitud a asumir en la emergencia, considerándose probable que ratifiquen las manifestaciones contenidas en el memorial que le dirigieran al presidente de la nación en 1953, cuando se abrió la perspectiva de una política de pacificación.
Por su lado, el grupo “abstencionista” tuvo una actitud más dura, recordando los tristes hechos recientes y, ante la invitación del Primer Magistrado, expresó que siempre ha expuesto con claridad su pensamiento, fijando públicamente su posición, lo que no puede ser sino congruente con la línea que había guardado, sin interrupción frente al poder.
Luego de referirse al intento similar de 1953, expresó que aquella iniciativa no tuvo el éxito anhelado, y que ahora era tarde para volver al mismo planteo.
Consideraba este grupo que el problema argentino es político y también moral, y terminaba señalando que ningún punto de vista podrá acercarnos a la solución que necesita un gran cambio, una transformación de fondo, que no pueda ser soslayada ni demorada.
El grupo “concurrencista”, tras una larga reunión de su Comité Nacional, invitó a integrarse al doctor Vicente Solano Lima, recién regresado al país desde su exilio, agradeciéndosele las gestiones de unidad partidaria. Se votó la creación de una comisión, encargada de seguir las gestiones de unidad, dándose un voto de aplauso al doctor Yofre por su actuación al frente del Comité Nacional. Anteriormente, había repudiado el incendio de los templos y la quema de la bandera nacional.
Tocó más adelante, al doctor Solano Lima, fijar la posición partidaria frente a la convocatoria pacifista y, como el otro grupo, hizo referencia a la fallida experiencia de 1953, señalando que la perdida concordia entre los argentinos debía ser restablecida mediante una concepción integral de las causas que la impedían y la demoraban.
Se preguntaba el dirigente, a quién correspondía la decisión; quién habría de hacerlo si el Gobierno no lo hacía. “Cómo pretender -decía- que las corrientes poderosas lanzadas desde el poder en determinadas direcciones, giren en redondo hacia otros fines y medios que los queridos antes por tales fuerzas decisivas”.
“La pacificación -seguía diciendo- más que una posibilidad, es un deber, es una empresa de reconstrucción nacional y no un engañoso apaciguamiento transitorio.
“La normalidad no podrá encontrarse sino en el retorno a la libertad, a la austeridad republicana, al estado de derecho, a la armonía de las clases sociales, a la virtud cívica”.
Y terminaba exhortando de que “por encima de las dificultades que parecen insalvables, la paz de los argentinos sea un ideal materializado en la acción”(7).
(7) Diario “La Nación”, (Buenos Aires), edición del 10 de Agosto de 1955. La Comisión Prounidad estaba presidida por el doctor Yofre e integrada por Reynaldo A. Pastor, Elías Abad, Adolfo Mugica, Eduardo Paz, Honorio Basualdo, Emilio Julio Hardoy, Horacio A. Esbri, Horacio Rojas y Carlos Cornejo Costa. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea (1949 - 1955). Ed. Moglia Ediciones, Corrientes.
- Los otros partidos
El partido Demócrata Progresista, presidido por el doctor Luciano Molina, reunido poco antes de los sucesos narrados, había dictado una resolución, ratificando la posición sustentada acerca de la neutralidad religiosa del Estado y su repudio a toda forma de persecución e intolerancia, además de criticar los proyectos de ley referidos a la explotación petrolífera, a la reforma de la legislación electoral y el régimen de la proporcionalidad, la derogación de la ley de los partidos políticos y el cese del estado de guerra interno.
Posteriormente, dio un comunicado, requiriendo que para el logro del anhelo general de pacificació
“se dejen abiertos los caminos de la reconstrucción nacional, para recorrerlos de nuevo todos, organizándose los poderes y poniendo por encima de los intereses transitorios, la vigencia de las instituciones democráticas, en las que nacimos y en las que queremos continuar la vida con libertad y honor”(8).
(8) Diario “La Nación”, (Buenos Aires), ediciones del 15 de Junio y 9 y 16 de Julio de 1955. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea (1949 - 1955). Ed. Moglia Ediciones, Corrientes.
El partido Comunista, rápido de reflejos, expresó que estaba dispuesto a apoyar cualquier paso efectivo que tienda al restablecimiento de la convivencia democrática, pero considera previo a toda medida, la libertad inmediata de los presos políticos y sociales, el levantamiento del estado de guerra interno y el restablecimiento de todas las libertades democráticas, libertad de prensa y funcionamiento sin trabas de los partidos políticos y de las organizaciones sindicales(9).
(9) Diario “La Nación”, (Buenos Aires), edición del 9 de Julio de 1955. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea (1949 - 1955). Ed. Moglia Ediciones, Corrientes.
En igual sentido, se definieron los socialistas, encomendando a sus dirigentes, doctores Palacios y Repetto, dar respuesta al requerimiento presidencial pero, inesperadamente, el Gobierno prohibió la transmisión que debía realizarse por L. R. 3 Radio Belgrano, por lo que el partido dio a conocer el discurso preparado con tal fin, por medio de la prensa(10).
(10) Diario “La Nación”, (Buenos Aires), edición del 13 de Agosto de 1955. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea (1949 - 1955). Ed. Moglia Ediciones, Corrientes.
La Democracia Cristiana, que ya tenía adelantados los trabajos para dar adecuada organización a la entidad que, uniendo viejos núcleos de esa tendencia y atrayendo a otros nuevos, dio un extenso comunicado, en el que define su posición frente al momento y expresa su palabra frente a la anhelada pacificación espiritual(11).
(11) Diario “La Nación”, (Buenos Aires), edición del 13 de Julio de 1955. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea (1949 - 1955). Ed. Moglia Ediciones, Corrientes.
- El peronismo
El peronismo había iniciado el año con las mejores condiciones, ya que en la primera elección realizada en la República, en el Territorio de Misiones, había obtenido un amplio triunfo de 54.051 votos, contra el radicalismo que logró 20.390 sufragios, y el comunismo, votado por 872 ciudadanos, y un total de 1.007 votos en blanco(12).
(12) Diario “La Nación”, (Buenos Aires), ediciones del 10; 21; y 22 de Marzo de 1955. Participaron del acto eleccionario, el contralmirante Teisaire, la señora de Parodi y Eduardo Vuletich. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea (1949 - 1955). Ed. Moglia Ediciones, Corrientes.
Pero los enfrentamientos con la Iglesia, que venían desarrollándose larvadamente, aparecen claramente cuando el Consejo Superior del partido, de ambas ramas, da a publicidad una declaración, expresando que no son ellos los que han provocado ese conflicto, por lo que disponían acatar la decisión popular libremente expresada el 1 de Mayo, sosteniendo la separación de la Iglesia del Estado y,
“comunicar al Jefe Supremo del Movimiento, general Perón, que las fuerzas políticas están prontas para entrar en acción”. Pocos días después daba otra declaración, condenando enérgicamente los actos de violencia “de los que tratan de perturbar la paz y tranquilidad de nuestra vida ciudadana”(13).
(13) Diario “La Nación”, (Buenos Aires), ediciones del 3 y 9 de Mayo de 1955. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea (1949 - 1955). Ed. Moglia Ediciones, Corrientes.
La rama Femenina, frente a los acontecimientos ocurridos, manifestó que ante su reiteración, mantiene la firmeza de sus actitudes y la elevación de sus ideales peronistas:
“Las mujeres peronistas, inicuamente agraviadas -dice después- por masas que no son pueblo, ni representan al pueblo de la nación, enfrentan de nuevo a la emboscada enemiga de su bienestar, de su paz y de su felicidad”(14).
(14) Diario “La Nación”, (Buenos Aires), edición del 9 de Mayo de 1955. Por su parte, la Fraternidad Ferroviaria repudió todo acto de violencia, atentatorio de la seguridad del pueblo, y se solidarizó con los términos de la declaración dada a publicidad por la Central Obrera. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea (1949 - 1955). Ed. Moglia Ediciones, Corrientes.
Después de los sucesos de Junio, comenzaron a manifestarse adhesiones al Primer Magistrado y a su política. En la provincia, los legisladores de esa fracción “expresaron su satisfacción por la actitud del pueblo correntino”, rindiendo a la vez un homenaje de gratitud y respeto a los caídos y ratificando su adhesión al general Perón.
Las autoridades del bloque de la Cámara de Diputados de la Nación presentaron sus renuncias, que fueron puestas a disposición del partido
Finalmente, el partido dio una declaración sobre la pacificación, considerando que es una necesidad nacional y que debe realizarse con la participación o no de los partidos opositores:
“Todas las medidas que conduzcan a ella serán aplaudidas por nuestro partido, que no necesita ninguna ventaja para imponer sus ideas y que jamás rehuirá el debate público”. Aclaró que “la pacificación debe realizarse de cualquier forma, porque cree que la responsabilidad, como partido mayoritario, es esencialmente una responsabilidad ante el pueblo de la Nación Argentina”.
Una reunión de los legisladores de la mayoría, daba cuenta de la existencia de desacuerdos de criterio respecto a la conducción partidaria, estudiándose el envío de una nota al general Juan Domingo Perón, pidiéndole que siga en el comando político del partido, mientras se producía la elección de nuevas autoridades(15).
(15) Diario “La Nación”, (Buenos Aires), ediciones del 22; 25; y 28 de Julio de 1955. La declaración estuvo a cargo del contralmirante Teisaire. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea (1949 - 1955). Ed. Moglia Ediciones, Corrientes.
En Corrientes se rendía homenaje a la memoria de Eva Perón, inaugurándose, en el edificio de la C. G. T., un busto, con la concurrencia de las distintas representaciones gremiales con sus ofrendas florales. Posteriormente, a las 20:25, se efectuó una gran concentración de trabajadores, en el mismo local, para escuchar la retransmisión de la oración pronunciada en la Ciudad de Buenos Aires(16).
(16) Diario “La Nación”, (Buenos Aires), edición del 27 de Julio de 1955. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea (1949 - 1955). Ed. Moglia Ediciones, Corrientes.
Las expresiones oportunamente propaladas por el doctor Frondizi, dieron pie a la respuesta del dirigente, doctor Alejandro Leloir, mientras que a las palabras del doctor Luciano Molinas, las contestaba el doctor John W. Cooke.
- Sensibles pérdidas políticas
En el curso del año se fueron produciendo sensibles decesos de dirigentes políticos de distinta extracción.
En Corrientes, fallecía el doctor Francisco A. Benítez, destacado militante de la Unión Cívica Radical(17).
(17) Diario “La Nación”, (Buenos Aires), edición del 18 de Enero de 1955. Pertenecía a una familia de hondo arraigo, que tuvo destacada actuación política y social. Fue catedrático de la Escuela Normal y del Colegio Nacional. Como político, ocupó una banca en el Senado Provincial y el cargo de ministro de Hacienda y Obras Públicas, en el Gobierno del doctor Blas Benjamín de la Vega. Llegó a ser miembro del Comité Central, convencional nacional y provincial, y delegado al Comité Nacional. Inclinó sus simpatías partidarias hacia el movimiento conducido por el doctor Amadeo Sabattini. En el sepelio, hablaron los doctores Desiderio Q. Dante y Porfirio Aquino. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea (1949 - 1955). Ed. Moglia Ediciones, Corrientes.
En la Ciudad de Buenos Aires falleció el ingeniero José Joaquín Añasco, que perteneció, desde su juventud, al partido Autonomista(18).
(18) Diario “La Mañana”, (Corrientes) edición del 28 de Enero de 1955. Una comisión especial para acompañar sus restos estuvo integrada por los dirigentes Elías Abad, Sandalio Barreto, Arturo Goñalons, Juan Pedro Llano, Gabriel Feris, Lino Luis Sarmiento, Enrique Durand de Cassís, Fernando Miranda Gallino, Hernán Solari, Raúl Echevarría, Tomás Korimblun, Justo Germán Abad, Fernando Martínez Melgarejo y Sergio Maidana. Despidió sus restos el doctor Pedro G. de la Fuente, vicepresidente de la Junta de Gobierno. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea (1949 - 1955). Ed. Moglia Ediciones, Corrientes.
En la Ciudad de Corrientes falleció el doctor Oscar M. de Llano, destacado dirigente autonomista, que representó al partido en el Senado Provincial, en 1931. Producida en Buenos Aires el golpe cívico-militar de 1943, se retiró definitivamente de la actividad política. Poco después, fallecía Miguel Montenegro, dirigente departamental de San Roque(19).
(19) Diario “La Nación”, (Buenos Aires), ediciones del 10 y 11 de Febrero de 1955. Montenegro era presidente del comité de San Roque. Sus restos fueron despedidos por el escribano Miguel V. Palavecino Francia. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea (1949 - 1955). Ed. Moglia Ediciones, Corrientes.
En un luctuoso accidente aéreo, falleció Arturo M. Merlo, integrante del comando de la Juventud Peronista(20).
(20) Diario “La Nación”, (Buenos Aires), edición del 15 de Marzo de 1955. El accidente se produjo en el aeródromo de Corrientes, en momentos en que despegaba el avión que debía conducir al extinto, junto con Julio M. Poggio, a Yapeyú, para llenar -en pequeños cofres- con tierra del solar natal del Libertador, para luego conducirlos a la Ciudad de Buenos Aires con motivo del monumento a Eva Duarte de Perón. En esas circunstancias, Poggio, delegado del comando de la Juventud Peronista, fue arrojado de la cabina, salvando su vida. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea (1949 - 1955). Ed. Moglia Ediciones, Corrientes.
El partido Liberal perdía a uno de sus más destacados dirigentes, el doctor Carlos S. Abadie Acuña(21).
(21) Diario “La Nación”, (Buenos Aires), edición del 1 de Junio de 1955. Militó desde joven en el partido Liberal, representando a la agrupación como diputado y senador provincial, por varios períodos, ocupando altos cargos en la Magistratura. Además, fue presidente del Concejo Municipal de Curuzú Cuatiá, su ciudad natal. Su restos fueron despedidos por el doctor Adolfo Contte. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea (1949 - 1955). Ed. Moglia Ediciones, Corrientes.
El peronismo perdía otra de sus figuras destacadas: Manuel Mora y Araujo(22).
(22) Diario “La Nación”, (Buenos Aires), edición del 15 de Junio de 1955. El deceso se produjo al término de un acto de desagravio a la bandera nacional y a Eva Duarte de Perón, en la Cámara de Senadores, con la presencia del gobernador y altos funcionarios. El extinto pertenecía a una familia de hondo arraigo en la provincia. Ocupó el cargo de Intendente Municipal de la ciudad capital, durante el Gobierno del general Juan Filomeno Velazco. Después, fue dos veces senador provincial. El P. E. y el intendente dictaron decretos de honor. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea (1949 - 1955). Ed. Moglia Ediciones, Corrientes.
El autonomismo, a su vez, perdía otra de sus figuras políticas importantes, el escribano Víctor Manuel Claver(23).