CORRIENTES INTERVENIDA (1929)
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- Objetivos de la Intervención
El funcionario designado por el P. E. Nacional para desempeñarse como interventor federal en la provincia era el doctor Gilberto E. Míguez, un magistrado judicial recientemente jubilado de la provincia de Buenos Aires, ligado por vinculación social y política a los sectores conservadores de aquel Estado. Esa circunstancia despertó expectativas de que su accionar pudiera orientarse en la búsqueda de posibles apoyos de esa tendencia en la gestión de “reparación” que le había sido encomendada(1).
(1) “Norte” - Semanario de Corrientes, edición del 6 de Abril de 1930, comenta que el doctor Gilberto Míguez años atrás había sido huésped de Corrientes, alojándose en el Hotel Paraná, donde disertó sobre sus convicciones antiradicales y especialmente antipersonalistas, lo que fue confirmado en largas conversaciones con “Pelón” Amadey; diario “La Prensa”, (Buenos Aires), edición del 27 de Noviembre de 1929, dice que el doctor Míguez fue un antiguo componente del Partido Conservador de Buenos Aires; “Norte”, Semanario de Corrientes, edición del 22 de Junio de 1930 señala que el doctor Míguez era simpatizante o afiliado del Partido Conservador. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Benjamín S. González al doctor Pedro Numa Soto. 1925-1935)” (1999). Ed. Dunken, Buenos Aires.
Pero la base de su accionar tenía que estar necesariamente ligada a la de la fuerza radical personalista, lo que desde el comienzo fue un factor perturbador para su gestión, habida cuenta de las divisiones internas que afectaban a aquel sector político.
E1 primer objetivo de su gestión y razón de ser de su apresurado viaje a la provincia respondía a la necesidad de suspender las elecciones de gobernador y vicegobernador, que debía llevarse a cabo el día 1 de Diciembre de 1929(2).
(2) Diario “La Prensa”, (Buenos Aires), edición del 24 de Noviembre de 1929. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Benjamín S. González al doctor Pedro Numa Soto. 1925-1935)” (1999). Ed. Dunken, Buenos Aires.
Dio cuenta del cumplimiento de las instrucciones de que era portador, enviando sendos telegramas al presidente de la Nación y al ministro del Interior, en los que expresaba textualmente:
“Desde que la misión federal pisó el suelo de Corrientes, la explosión del civismo largamente contenida se ha traducido en las más altas manifestaciones de adhesión entusiasta y decisiva a la personalidad del doctor Hipólito Yrigoyen, presidente de la Nación, y a su política de restauración institucional para Corrientes.
“Hemos llegado a esta capital y desde la estación a la Casa de Gobierno materialmente en brazos del pueblo entusiasmado. A las 07:30 asumí el mando de viva voz y en presencia de todo el pueblo. Al entregárseme los libros de decretos, díjoseme que contenían manifestaciones del señor gobernador; no los he abierto, disponiendo su remisión al Archivo.
“Inicio esta era de reparación con libros nuevos. He decretado el sin efecto del acto electoral de mañana, declarando al personal en comisión y tomando toda medida tendiente a asegurar el orden y la tranquilidad”(3).
(3) Diario “La Prensa”, (Buenos Aires), edición del 1 de Diciembre de 1929. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Benjamín S. González al doctor Pedro Numa Soto. 1925-1935)” (1999). Ed. Dunken, Buenos Aires.
La noche anterior a su llegada, adictos al partido autonomista habían realizado un mitin de protesta en la plaza “Sargento Cabral”, trasladándose luego a la “25 de Mayo”, frente a la Casa de Gobierno.
La exaltación de los ánimos dio motivo a hechos de sangre que se produjeron en diversos barrios de la capital, con disparos de armas de fuego al aire y se arrancó un pizarrón informativo del diario “El Día”, de tendencia liberal y entusiasta partidario de la Intervención decretada. La acción decidida de la policía evitó que los hechos pasaran a mayores, habiéndose que lamentar sólo la muerte de un individuo de filiación autonomista a manos de otro ligado al radicalismo personalista y, aunque las razones habrían sido de índole personal, no debe descartarse que ellas estuvieren íntimamente ligadas a las diferencias partidarias(4).
(4) Diario “La Prensa”, (Buenos Aires), edición del 30 de Noviembre de 1929. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Benjamín S. González al doctor Pedro Numa Soto. 1925-1935)” (1999). Ed. Dunken, Buenos Aires.
El interventor federal, luego que arribara a la ciudad capital, se trasladó a la Casa de Gobierno donde era esperado por los subsecretarios de Gobierno y de Hacienda, Antonio Cunha y Luis Tortorella, que le hicieron entrega de los libros y documentación.
Hubo una manifestación que, custodiada por fuerzas del Ejército Nacional, se detuvo delante de la Casa gubernativa, desde cuyos balcones -adornados con insignias radicales- hablaron al público reunido Julio Guastavino, Blas Benjamín de la Vega, Pallejá, Arballo y otros. Este hecho se repitió en oportunidad de tomar posesión las autoridades de la Jefatura de Policía, a la que ingresaron los manifestantes dando vivas a Hipólito Yrigoyen.
El gobernador depuesto, doctor Benjamín Solano González -un cumplido caballero- consideró necesario hacer públicas declaraciones acerca de las razones de su ausencia en oportunidad de asumir el interventor, expresando que no lo había creído necesario ni tener obligación para ello, en vista de la total falta de comunicación por parte del Ministerio del Interior ni de otra autoridad competente acerca de la llegada de aquel funcionario, ni tan siquiera una comunicación de éste, por lo que al tomar conocimiento de que había ingresado al territorio provincial, a las 02:30 de la mañana, había firmado un decreto dejándolo en posesión del cargo y dado órdenes a los empleados de que concurran a sus puestos en las horas habituales(5).
(5) Diario “La Prensa”, (Buenos Aires), edición del 1 de Diciembre de 1929. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Benjamín S. González al doctor Pedro Numa Soto. 1925-1935)” (1999). Ed. Dunken, Buenos Aires.
- Sometimiento de la autonomía provincial
El diario “La Prensa”, en un enérgico editorial, se preguntaba qué es lo que se había gestionado en Buenos Aires y en Corrientes manteniendo en suspenso por siete meses el decreto de Intervención, como insólita amenaza, que ahora se trocaba en acción:
“En las dos partes -decía el diario- el sometimiento de los hombres, el sometimiento de las instituciones y de las autonomías provinciales. En el Senado no se quiso oír ni obedecer ninguna ‘media palabra’ y en Corrientes estaban demasiado enconadas las pasiones lugareñas y no pocos hombres veían en el zarpazo federal, el indispensable escabel para ascender, para colocarse arriba del adversario, sin haber hecho el esfuerzo cívico necesario para triunfar en comicios libres.
“El interventor está en Corrientes -seguía diciendo- y el gobernador depuesto ha hablado al país y desmentido documentalmente el verbo presidencial del decreto de Intervención...”.
Más adelante expresaba:
“La provincia de Corrientes empezará a ser ‘radicalizada’ por orden del que, según expresión del otrora doctor Sagarna, ‘institucionaliza la República’. La vía de esa ‘radicalización’ que a la vez se llama ‘regeneración’, suele ser una vía demasiado dolorosa, porque no rigen métodos de alta y sana política.
“Manda el presidente y los pueblos sometidos se ven en el caso de obedecer o sufrir”.
El editorial terminaba recordando el manifiesto radical de 1891 que contradecía hoy el accionar de esta fuerza cívica:
“Uno de los principales factores del profundo malestar que sufre la República es la absoluta predominancia de los Jefes de Estado sobre parlamentos, judicatura y opinión pública”(6).
(6) Diario “La Prensa”, (Buenos Aires), edición del 30 de Noviembre de 1929. Editorial “La Amenaza Trocada en Acción”. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Benjamín S. González al doctor Pedro Numa Soto. 1925-1935)” (1999). Ed. Dunken, Buenos Aires.
Y al día siguiente, continuando el tema y analizando el decreto de Intervención a la provincia y la protesta del gobernador Benjamín S. González, expresaba que resultaba evidente que de una parte están los actos de fuerza y de violaciones constitucionales y las afirmaciones antojadizas, mientras que de la otra surgía una protesta legítima contra la opresión injusta, la correcta defensa de la autonomía provincial y un cúmulo de verdades que aventaba todas las inexactitudes.
“El Poder Ejecutivo Nacional -terminaba diciendo- habrá depuesto por la fuerza a las autoridades legítimas de Corrientes, pero el gobernador de esta provincia -con su protesta al dejar el mando- ha herido mortalmente en sus prestigios a los autores de aquel acto de prepotencia.
“En esta grave cuestión de Corrientes, el Poder Ejecutivo Nacional ha sido derrotado. Su adversario, sin fuerzas materiales, tenía a su favor la ley, la rectitud y la verdad”(7).
(7) Diario “La Prensa”, (Buenos Aires), edición del 1 de Diciembre de 1929. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Benjamín S. González al doctor Pedro Numa Soto. 1925-1935)” (1999). Ed. Dunken, Buenos Aires.
- Nuevo debate en el Senado de la Nación
Contemporáneamente, el recinto del Senado de la Nación era escenario de un histórico debate motivado por un proyecto de resolución presentado por el senador por Corrientes, doctor Juan Ramón Vidal, condenando el nuevo atentado que acababa de consumar el Poder Ejecutivo Nacional, allanando “manu militari” la soberanía de Corrientes, pisoteando las autoridades y atropellando la autoridad del Congreso, alzándose contra una sanción legislativa y en presencia del Congreso en funciones.
Así se expresaba el documento presentado por el legislador correntino, que agregaba a renglón seguido, que se había efectuado este atentado cuando la provincia se estaba desenvolviendo regularmente, a pesar del decreto perturbador dictado siete meses antes y próxima a dirimir pacíficamente sus problemas internos.
El doctor Vidal, en un brillante discurso, reconocía la superioridad del Gobierno radical que precedió al actual, pero acusaba firmemente a esa presidencia de haber incurrido en uno de los más graves errores políticos y en una grave responsabilidad, al haber dejado en pie el armazón político electoral de su antecesor, el doctor Yrigoyen, que lo había preparado en sus seis años de gobierno, convirtiendo a la provincia de Buenos Aires y a todas las reparticiones públicas de la Nación en comités electorales.
En otra parte de su intervención, recordaba que los radicales hacían del asesinato del doctor Jones, una bandera de combate, pero excusaban o silenciaban los asesinatos de San Juan, en la Ciudad de Buenos Aires contra ciudadanos que ejercían legítimos derechos y se excusaba el reciente asesinato del doctor Lencinas, con lo que han perdido su autoridad y, si era susceptible de graduarse, podía decirse que era mucho más grave el asesinato de un preso político, como el frustrado del doctor Cantoni, y era mucho más grave el del doctor Lencinas que el asesinato del doctor Jones.
Mas adelante, luego de hacer referencia a las fuerzas que constituían la oposición y condenaban al Gobierno, contestando al senador por la provincia de Buenos Aires, doctor Molinari, le expresaba que no era ni había sido nunca revolucionario -por temperamento o por inclinación- pero que si su deber patriótico lo llevara a asumir esa actitud, sabría cumplir con su deber. Resultan premonitorias estas palabras dichas en el más alto recinto del Congreso de la Nación por quien tendría activa participación en los futuros sucesos insurreccionales del siguiente año:
“Son los señores del partido oficial y su jefe los que han vivido conspirando en la oposición ... y ahora son revolucionarios en el Gobierno, sin fijarse que cuando se hace la revolución de arriba se provoca la revolución de abajo”, fulminaba Vidal.
El proyecto debatido, propiciaba que el Honorable Senado declarara que el Poder Ejecutivo, al enviar la Intervención Federal a la provincia de Corrientes, después de la sanción del Senado y en presencia del Congreso en funciones, había faltado a su deber constitucional y subvertía los principios fundamentales de nuestro régimen político.
Corresponderá al senador radical Del Valle, replicar al proponente y, luego de expresar que lo había notado apasionado y que lo había engañado su aspecto tranquilo, pero que a su juicio se trataba de un hombre para el que la pasión y el rencor no tienen límites y brotaba ese rencor en todo su discurso. Refiriéndose a que los radicales no condenaban los crímenes; expresaba que eso era patrimonio del “régimen” y citaba asesinatos de afiliados liberales hechos por autonomistas, como también los recientes sucesos de sangre del que resultaron víctimas conscriptos del Ejército en Curuzú Cuatiá.
Seguía Del Valle diciendo que la Intervención a Corrientes la había reclamado su partido y también lo había hecho el partido liberal “los ex aliados del señor senador que, cansados de las torpezas e indignidades cometidas, habían tenido que volver a recoger su bandera gloriosa de otros tiempos para pedirle al presidente Yrigoyen que la libre del oprobio que consume a Corrientes”.
En el largo pero interesante debate, el senador Molinari habrá de reprochar a Vidal su crítica a Alvear por no haber Intervenido la provincia de Buenos Aires, ¡y que ahora venía a reprochar a Yrigoyen porque le intervenía su provincia..!
Lo que resultaba altamente significativo, es el pensamiento expuesto por el legislador radical, doctor Molinari, uno de los hombres más capaces con que contaba el yrigoyenismo en el Congreso cuando, al referirse a la encendida defensa que hace Vidal de las autonomías provinciales, se preguntaba:
“¿Qué significa esto de provincia, como un baluarte levantado frente a un poder público? ¿Qué son en definitiva las provincias?”, y seguía preguntándose:
“¿Constituyen ellas -dentro de la República Argentina- algo parecido a los Estados americanos?” Y exclamaba a renglón seguido:
“¡Qué diferencia extrema! ¡Qué distancia completa!”
Continuaba Molinari su exposición expresando que sólo una voz se había levantado en ese recinto para defender la tesis contraria, y fue la de Cantoni, cuando dijera que se arrepentía de tomar parte de nuestra República y que si llegaba el momento, ¡San Juan se segregaría de las restantes..!
Completaba su pensamiento el legislador radical, expresando que las provincias por sí mismas “no son más que una simple división política y administrativa” a los fines señalados por la Constitución y nada más.
En un debate de marcado y crudo tinte político, Molinari expresaba que la historia del “régimen” no era más que la historia de los catorce feudos provinciales, era la historia de la oligarquía, de unos pocos nombres de familia inscriptos en el registro catastral del privilegio, a la que puso fin el movimiento de la Unión Cívica Radical y, personalizando su arenga, decía que "el prototipo, la expresión más cruda, más definida y clara de aquella situación era el senador por Corrientes, que había sido gobernador de la provincia, diputado nacional, Fiscal de Estado en el Chaco y que en el breve interregno entre una función y otra, había sido muchas veces senador nacional: ¡más de cuarenta años de funciones públicas que pesan sobre el señor senador!”.
La réplica de Vidal es instantánea: “¡Pero ninguno lo he recibido por favores de ningún presidente!”
Luego de citas doctrinarias por ambas partes, habló el senador socialista Mario Bravo que condenó la actitud gubernamental y analizando las expresiones de Molinari, decía que el caso de Corrientes no era un caso de política pequeña sino que, por el contrario, era un caso de gran política y, sobre todo, de grave y seria interpretación torcida de la Constitución:
“Si el Senado tolera esto -decía- imaginen por un momento qué va a ser de la República, con el presidente dispuesto a dictar tantos decretos como sean necesarios para consolidar su política en el país.
“Si el Senado tolera la ilegalidad, para qué va a funcionar el Congreso; ¿por qué no se cierran sus puertas?”
Corresponderá finalmente al senador Antille (U.C.R.) recalcar que el decreto de Intervención fue dictado en receso del Congreso y que el envío posterior de la misión federal se hizo precisamente para impedir que se hagan comicios en la provincia de Corrientes, ya que el Gobierno de la nación, en uso de sus derechos y prerrogativas, había dispuesto que la sucesión del gobernador “debía realizarse bajo la garantía de la Intervención Federal”.
- La abstención de Pérez Virasoro
Quedó así agotado el debate y cuando se iba a votar, se retiraron del recinto los senadores radicales, quedando el cuerpo momentáneamente sin quorum, por lo que la presidencia había dispuesto se invitara al señor senador por Corrientes, Pérez Virasoro, que se encontraba en antesalas, quien al ingresar expresó que era conocida, muy clara y definida su posición sobre el asunto de la Intervención a la provincia:
“He sostenido, y ha sostenido y sostiene mi partido (liberal), la necesidad de la Intervención Federal como un remedio indispensable para volver a la provincia a la normalidad institucional de la que había salido”.
Y luego continuaba expresando que se encontraba en ese momento en un conflicto y para no entorpecer el funcionamiento del cuerpo solicitaba autorización para no votar y, en esa forma, no romper el quorum, a lo que se hizo lugar. De esta manera, el patricio correntino evitaba que la maniobra del retiro de los legisladores del oficialismo impidiera la condena del más alto cuerpo al avasallamiento cometido, marcando de alguna manera las diferencias de criterio con otros sectores de la fuerza política que presidía.
El proyecto de resolución fue aprobado con el voto de los senadores conservadores, radicales antipersonalistas y socialistas, con la negativa del senador Gómez y la abstención de Pérez Virasoro(8).
(8) “Diario de Sesiones”, Honorable Senado de la Nación. Sesión del día 30 de Noviembre de 1929. // Citado por Ricardo J. G. Harvey. “Historia Política Contemporánea de Corrientes (del doctor Benjamín S. González al doctor Pedro Numa Soto. 1925-1935)” (1999). Ed. Dunken, Buenos Aires.
La declaración de censura que importaba este proyecto del Senado fue remitido a la Cámara de Diputados, donde originó una incidencia, debido a que la mayoría del cuerpo proyectaba una resolución por la que se lo devolvía a la Cámara de origen, mientras la minoría opositora apoyaba el despacho senatorial. Al intentarse el cierre del debate, sin discusión, por parte del oficialismo, la oposición se levantó del recinto y por falta de quorum debió levantarse la sesión.
Subcategories
- Primeras acciones de la Intervención Míguez
- En busca de apoyos electorales para el radicalismo
- Los candidatos liberales, autonomistas y antipersonalistas se aproximan
- Se eligen diputados nacionales en 1930
- Se piensa en llamar a elecciones gubernativas
- Sin definición en la convocatoria a elecciones en 1930
- Los partidos políticos comienzan la agitación