Se declara de Interés Histórico Municipal la tumba de don Juan Asencio Virasoro
Con fecha 1 de Julio de 1991, el doctor Héctor Bóo, Director del Museo Histórico, del Museo y Archivo Eclesiástico y del Archivo General, todos ellos de la provincia de Corrientes, se dirigió por Nota al entonces intendente municipal de la Ciudad de Corrientes, Raúl Rolando Romero Feris, en estos términos:
“Señor Intendente Municipal de la Ciudad de Corrientes
don Raúl Rolando Romero Feris
S/D
“Teniendo en cuenta su imponderable labor al frente del Municipio capitalino, como así también su declarada y siempre bien dispuesta actitud para con la preservación y mantenimiento de los Monumentos Históricos de esta ciudad, me dirijo a usted a los efectos de informarle que, sobre la avenida principal de nuestro ya histórico Cementerio San Juan Bautista, valiosísimo también por sus reliquias artísticas y por ser tumba, desde hace más de un siglo, de tantos varones ilustres a quienes cupo conducir los destinos de esta provincia, se encuentra, sobre la margen derecha, a escasos metros de la entrada principal, siempre dentro del primer patio (cementerio original) una columna de mármol, trunca, apoyada en una peana también de mármol.
“Todo el conjunto funerario no supera grandes dimensiones. En la columna se ve grabado el nombre de quien está allí sepultado: don JUAN ASENCIO VlRASORO, fallecido en 1847, padre de toda la generación de ilustres militares de ese apellido, entre los que encontramos a algunos gobernadores de esta provincia.
“Esta tumba, señor Intendente, fue trasladada del viejo Cementerio de La Cruz, con las cenizas del fundador de la familia Virasoro en Corrientes y debe ser una de las pocas sepulturas que se conservan de principios del siglo XIX, pues si bien es cierto que muchas familias, al clausurarse el viejo Cementerio de la Iglesia de La Cruz, trasladaron los restos de sus mayores (mientras que las familias extinguidas yacen para siempre en el atrio circundante de este Templo) no siempre se tuvo la precaución de llevar restos de una sola tumba y colocarlos de la forma y modo en que se encuentran los despojos de este preclaro hombre público, contemporáneo de toda una generación de correntinos a quienes cupo la organización primigenia de Corrientes y la Patria misma.
“Señor Intendente, propongo ante usted sea declarada la Tumba de don Juan Asencio Virasoro como Monumento Histórico y, asimismo, se proceda a su limpieza, in situ, restauración y conservación, proponiendo que para tal fin sea delimitada con una verja que la proteja en el futuro.
“Aguardando su respuesta, salúdole muy atte.
“doctor Héctor Bóo”.
La sugerencia contó con el pleno apoyo del intendente municipal de la Ciudad de Corrientes Raúl Rolando Romero Feris, como puede apreciarse en la Nota que le dirigiera al doctor Bóo, con fecha 4 de Julio de 1991.
Cumplidos los trámites del caso, todos los antecedentes fueron elevados al Honorable Concejo Deliberante para que estudie el asunto y resuelva. Las Comisiones de Legislación y Asuntos Constitucionales y de Hacienda y Obras Públicas -independientemente- aconsejaron se preste sanción favorable.
- La Ordenanza Municipal
Con fecha 27 de Febrero de 1992, el Honorable Concejo Deliberante de la Ciudad de Corrientes, con la firma de su presidente doctor Carlos Alonso y la de su prosecretario Eulogio Cruz Márquez (h), dictó la Ordenanza Nro. 2248, que dice:
“Visto:
“Las actuaciones tramitadas en el Expediente Nro. 921-D-91 6 y la necesidad de declarar los sitios históricos más relevantes de la Ciudad de Corrientes con el objeto de revalorización y puesta en valor; y
“Considerando
“Que entre las obras de referencia se encuentra la tumba de Juan Asencio Virasoro, quien fuera un preclaro hombre público, contemporáneo de toda una generación de correntinos a quienes cupo la organización primigenia de Corrientes,
“Que su participación pública se remonta a los años 1806, cuando fue nombrado como Procurador; en 1808, 1809, 1810 y 1811, cuando el Cabildo de Corrientes lo designa, primero Alférez Real y, luego, Alcalde de segundo voto; además, en 1811, cuando se produce la contrarrevolución española, Virasoro actúa a favor de los “sarracenos” o peninsulares que -bajo la dirección de don Félix Ponciano de Llano- gobernaron por breve tiempo Corrientes;
“Que, su mayor gloria fue el haber sido padre de toda una pléyade de ilustres militares y gobernantes y de una familia con rescatable e inigualable prestigio político, por cuanto sus hijos, el general Benjamín Virasoro, el coronel Cayetano Virasoro, el mártir de Pago Largo, Valentín Virasoro, porque casi todos ocuparon el Gobierno de Corrientes y tuvieron gravitación nacional;
“Que por cuanto don Juan Asencio Virasoro es el símbolo de una familia ilustre de Corrientes;
“Por ello
“El Honorable Concejo Deliberante sanciona con fuerza de Ordenanza
“Art. 1.- Declárase de Interés Histórico Municipal la tumba de don Juan Asencio Virasoro, ubicada sobre la Avenida Principal del Cementerio “San Juan Bautista”, en el primer patio sobre la margen derecha.
“Art. 2.- Toda obra de reconstrucción, remodelación, como de puesta en valor, deberá estar aprobada por la Dirección de Estudios Estratégicos de la Secretaría de Planeamiento, la que actuará como Organismo de supervisión técnica.
“Art. 3.- La presente Ordenanza será refrendada por el Señor Prosecretario del Honorable Concejo Deliberante.
“Art. 4.- Remítase la presente al Departamento Ejecutivo para su promulgación.
“Art. 5.- Regístrese, comuníquese, publíquese y archívese.
“Dado en el recinto del Honorable Concejo Deliberante a los veintiún días del mes de Febrero del año mil novecientos noventa y dos”.
La Ordenanza Nro. 2248, sancionada por el Honorable Concejo Deliberante con fecha 21 de Febrero de 1992, fue promulgada con la firma del intendente municipal, doctor Eduardo Belascoain, y del secretario general doctor Samuel Nelson Saiach, quienes lo hicieron por el Departamento Ejecutivo de la Municipalidad de la Ciudad de Corrientes, el 2 de Marzo de 1992.